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Sábado 25 de agosto de 2012

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Revista Tu Espacio

EL ARTISTA DE LA SEMANA

Gonzalo Hermosa: “La saya es el ritmo y el caporal es la danza”

25 ago 2012

Fuente: LA PATRIA

(Última parte)

Uno de los temas de debate que permanecieron por años es comparar supuestamente dos estilos de música, como la saya y el caporal. Para muchas personas el caporal era el ritmo como la danza, sin embargo, para los K´jarkas, ese hecho no tiene discusión.

“No hay ningún debate, es que una cosa que no comprenden es que dos más dos es cuatro, la saya es el ritmo pero es independiente de la danza, es por eso que la danza cambió, pero no la música, la danza se hizo caporal o sea la danza a cambiado no así la música, por eso sigue el mismo Tun, tun, chaca- chaca, Tun, tun, chaca-chaca si ustedes escuchan una canción de Oruro de mi niñez dice así: “somos negritos de Oruro, venimos bailando saya, venimos bailando saya” eso se llamaba saya pero cuando se cambio el baile, ese nuevo baile se llamo caporal”, afirmó el artista boliviano, Gonzalo Hermosa.

Nuestro artista de la semana estuvo en Oruro hace poco y expresó muchos temas con fundamentos establecidos en la larga trayectoria de los K´jarkas, y más en un tema tan álgido como este.

Gonzalo señaló que antes había un caporal por delante que guiaba a los negritos y se bailaba una saya, que eran huayños medio africanizado, pero ahora muchos huayños se han convertido en saya, “solo es el cambio del bombo nada más, pero después de muchos años los fraccionaron a los negritos y aparecieron puro caporalitos e hicieron otros pasos, a esos pasos le volvieron el caporal, siguen bailando saya pero la danza es el caporal o sea una cosa es A y la otra es B”.

NIÑEZ

Gonzalo Hermosa nació en Capinota - Cochabamba, cuando niño era tímido y corría entre alfares, montañas, cerros y se bañaba en los ríos, jugaba en sus acequias, labrando, espantando los pájaros de los maíces, cuqueando las uvas y los duraznos. Un niño con pies descalzos que no conocía zapatos sino hasta sus siete u ocho años, hijos de una familia que se quería mucho pero muy pobre, y que nunca renegó de su pobreza.

“El ser pobre fue el mejor premio que me dio la vida porque así pude llegar a comprender a mucha gente y cuando conquiste la ciudad tuve que ponerme los calzados que me apretaban los pies y me los sacaba a cada rato, tímido conocí la ciudad, conocí los autos y estuve en el colegio Abaroa, un colegio que era el peor de los colegios al cual ningún padre quería inscribir a sus hijos. Era como la última alternativa en ese entonces para inscribir a alguien, pero el tiempo fue cambiando muchas cosas y mi colegio se convirtió en uno de los más importantes de Cochabamba”, dijo.

Contó que los profesores se esmeraban para enseñar, porque eran hijos de clases bajas y ellos tenían ese compromiso, lo hacían como un reto.

“Recuerdo a mi profesor de literatura que fue un gran maestro que me enseñó todo, un profesor de geografía, de historia, todos los profesores fueron buenos, hoy recuerdo sus clases, hoy recuerdo los poemas de los cursos de literatura, nunca pensé que ese colegio que era tan humilde que no tenía ni siquiera uniforme, colegio de proletarios era el mejor colegio y desde hoy si alguno de mis maestros se entera de esta entrevista, quiero decirles que lo hicieron muy bien, los felicito y los admiro, lo supe muy tarde cuando ya madure”, afirmó.

DIABLADA

En toda la trayectoria de los K´jarkas, sólo grabaron una diablada y a futuro está escribirle otra a la Alta Tierra de los Urus.

“A Oruro le hemos hecho una morenada hace tantos años, que ya se cae de viejita, también hemos pensado en renovarle a Oruro y estamos pensando en hacer una diablada no creo que sea con otra morenada, dejemos que pase un poco el tiempo y la segunda diablada que saquen los k´jarkas tendrá que llevar el nombre de Oruro y hay que hacerlo bien esa es la disyuntiva de no saber para cuando pero nos reservamos por un tiempito la sorpresa. Espero que Dios no me lleve a su lado y así cumplir con Oruro, espero hacerlo bien eso espero porque es muy difícil”, dijo.

Finalmente, Gonzalo quiso dejar un mensaje a la juventud que hace música nacional y señaló: “Si yo hubiese querido ser rockero y exportar rock desde Bolivia me hubiese ido mal, sería como ir a vender naranjas al chapare, no me hubiese querido comprar nadie, hubiese sido muy difícil vender o como importarles rostro asado desde argentina para los orureños y eso no se puede. Les digo no fusionen hagan siempre música muy boliviana porque ahí está su fuerte, si tocan música boliviana así sea en China o en EE.UU. siempre van a ser músicos bolivianos, van a tener identidad propia, van a tener peso como quien dice”.

Artículo basado en la entrevista del periodista, Imar Antezana a Gonzalo Hermosa

Fuente: LA PATRIA
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