"Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios"
25 ago 2012
Por: Silverio Ledo Jiménez
Esta máxima siempre nos recuerda a Cristo, porque fue la respuesta oportuna que dio, cuando pretendieron confundirle con fines innobles. Hoy debemos aprenderla en todo su contenido y esclarecer, qué tareas cumplimos y que tareas debemos cumplir. La Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro, es una entidad con Personería Jurídica otorgada por el Supremo Gobierno, por lo tanto, se halla dentro de lo que determina el artículo 52 del Código Civil y se regula dentro de lo que señaladlas normas generales del Capítulo I del Título II del mismo compilado, sin perjuicio de las leyes y disposiciones especiales que le concierne. En consecuencia, tiene "capacidad jurídica y capacidad de obrar dentro los límites fijados por los fines que determinaron su organización".
La Constitución Política del Estado Plurinacional, en su artículo 410, al referirse a la Jerarquía Normativa de la Ley Suprema, nos indica que "todas las personas, naturales y jurídicas, así como los órganos públicos, funciones públicas e instituciones, se encuentran sometidos a la presente Constitución" y deben aplicar una pirámide procesal: 1.- La Constitución Política del Estado, 2.-Los tratados internacionales, 3.-Las leyes nacionales, los estatutos autonómicos, las cartas orgánicas y el resto de la legislación departamental, 4,-Los decretos, reglamentos y demás resoluciones.
Si esto es así cómo podemos desconocer la vigencia de la Ley 602 que determina, que es la organización matriz de los danzarines, como es la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro, la entidad esencial en la organización y programación del Carnaval de Oruro.
La manifestación que ahora es Patrimonio de la Humanidad, tiene dos pilares fundamentales. La primera y la más importante, la veneración a la Madre del Hijo de Dios como es la Virgen María y conocida mundialmente como "Virgen del Socavón". El segundo pilar es la peregrinación de miles y miles de bailarines que agrupados en conjuntos, desde hacen más de 100 años, cumplen este acto y demostración de fe, que desde su inicio, nunca necesitaron de "Oficiales de Cultura", regentes, investigadores, ni siquiera de doctos, porque esa cultura, ha nacido de la esencia de un pueblo minero y trabajador, desde siglos atrás.
Los danzarines agrupados en sus conjuntos, preparan su peregrinación, sin medir sus gastos; comprometiendo su propio patrimonio, por lo tanto, son los grandes y únicos actores en la manifestación cultural y devocional. Nunca han competido entre sí, como lo hacen en otras latitudes. El precio de su fe, es buscar el encuentro con la Virgen del Socavón, que es la portadora de la luz del mundo, como es Cristo.
Dentro del marco de la Ley 602, por ejemplo no se encuentra comprendido el llamado "Comité Cívico" que resultado profano y dada su vitalidad de existencia, en voz popular se le conoce como "El Taxi Comité", porque todos sus miembros caben en un solo vehículo y se encuentra desgastado. De otro lado, la cultura, no es la aparición de los juegos de antaño como la "thunkuna" en las esquinas, que ya conocemos son tradiciones. Tampoco es pretender conseguir un millón de dólares, para dar vuelta el mundo en "80 días" llevando a un grupo de ballet con el rótulo de "promocionar el Carnaval", que viene a ser muy cursi. Dentro de éstas groserías, plantear que "no deberíamos llamar Patria, sino Matria", es ignorar lo que Dios Padre nos señala: "La patria grande es el reino de Dios y la patria pequeña, es la terrena, donde habita el hombre mientras está de paso por este mundo”.
En consecuencia, cultura, es "el efecto de cultivar los conocimientos humanos, y de afinarse por medio del ejercicio, las facultades intelectuales del hombre o mujer". Smith nos advierte que el vocablo "cultura" presenta dos aspectos, uno "amplio y general", referido a cierto refinamiento de un individuo, de un grupo social o de un pueblo, en sus costumbres y modalidades, así como también a la riqueza y extensión de su saber, y otro "estricto y específico" que alude a la realidad del mundo espiritual de las ciencias culturales que el hombre se crea por medio de las acciones y reacciones que se dan en el sobrevenir". Aquí tenemos una sabia enseñanza, de lo que debemos entender por cultura y donde se encuentra la misma, que es cuando un pueblo se manifiesta a través de sus acciones. Es el pueblo el que crea la cultura y no a la inversa. La cultura está en el pueblo y no en las élites que cada domingo vemos hasta el cansancio. Porque indicamos por ejemplo "que el api es patrimonio orureño", cuando nunca hemos hecho nada para consagrarlo. Qué hermoso hubiera sido, que la Alcaldía, cumpliendo su papel de protector, por lo menos, tenga la idea de lograr la instalación de servicios básicos como es drenaje, agua potable, servicio de gas en el lugar donde se expende ese rico bocado en el mercado Fermín López y la construcción de mesas funcionales y proteger a los visitantes, cooperando a dignas señoras que año tras año, vienen ofreciendo el manjar orureño. Lamentablemente, es una utopía y aquello de "patrimonio" viene a ser un mero canto de sirena.
Por lo tanto, tomando como principio de defensa lo determinado por los artículos 99 y 101 de la Constitución Política del Estado, y conforme a lo referido por el artículo 54 del Código Civil, dejad a la ACFO, cumplir con su capacidad de obrar dentro lo determinado por la ley 602, porque como persona colectiva, tiene capacidad jurídica y es el organismo que agrupa, representa y cumple su función a nombre de miles y miles de peregrinos bailarines que cada año van al encuentro de la Madre de Dios buscando esa luz del mundo que es Cristo. La Alcaldía Municipal, en la preparación, se aboque a la reparación y habilitación de las calles, avenidas; la salubridad, alumbrado, etcétera. Los del Comité de Etnografía Y Folklore, que son 6 valientes investigadores, conforme la propia definición doctrinal, que señala "que es el estudio de los pueblos en sus manifestaciones exteriores de su actividad", puedan cumplir esta sagrada misión, entregando las conclusiones que hubieran podido encontrar, en el seno de los pueblos, en el mismo corazón, para culminar en su manifestación exterior. No solamente es el Carnaval, la única manifestación exterior de un pueblo, sino tenemos otras actividades que están esperando a esos probos hombres de la ciencia.
Culminamos entonces señalando, que mientras la Ley del Estado como es la 602, ni siquiera un mero proyecto de ley municipal, podrá desconocer el valor jurídico de una norma general.
Si la Alcaldía Municipal pretendiera subordinar el cumplimiento de una ley del Estado, aparte de dictar resoluciones contrarias a la Constitución y las Leyes, que son delitos de orden público, estaría en la obligación de hacerse cargo de todo el rubro sobre contrato de bandas de músicos, fletes de trajes, gastos de preparación y hacer el papel popular de "preste". Obviamente esta no es la solución. Por lo tanto, mientras esté vigente la Ley 602 "Dad al César lo que es del César" y a la ACFO, su papel único de representar a miles y miles de danzarines que peregrinan ante la Virgen del Socavón. Los cívicos a su papel y los etnógrafos a la investigación de los pueblos.
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