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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 De flojos y flojeras - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
La Agencia de Noticias Fides (ANF), se ratificó en la publicación sobre el tema de las declaraciones presidenciales, pese a las amenazas de un juicio en su contra. “En el oriente boliviano todo el año se produce, yo digo solamente por falta de voluntad podemos ser tan pobres o no tener alimentos; mientras que en el altiplano es diferente, si hay helada, si no hay lluvia, si hay granizada no hay alimentos, pero en el oriente no, sólo por flojos podemos hambrear”, habría manifestado el mandatario. Quienes habitan en esa vasta y próspera región de los llanos orientales, se sintieron ofendidos.
Todos sabemos, y estoy seguro que el Presidente también, que el oriente boliviano, es una de las regiones más prósperas de nuestro país, justamente, por el trabajo que desarrollan sus gentes en su cotidiano vivir. No vamos a desconocer tampoco, que en el occidente los habitantes de las tierras altiplánicas y andinas, el sacrificio y el trabajo, son la cotidianidad de su forma de vida; evidentemente, en el altiplano se requiere de mayor esfuerzo para producir, tanto en las ciudades como en el campo, donde las condiciones climáticas son adversas.
Siempre hubo migraciones masivas de la gente originaria-campesina del altiplano a las ciudades, en busca de mejores oportunidades; las mismas que los gobiernos anteriores y éste, no les pueden otorgar. Se observa en las calles de las ciudades, tanto del occidente, como del oriente boliviano, a familias campesinas del occidente mendigando para lograr el sustento diario. Por lo menos, personalmente no he podido advertir que los habitantes del oriente vayan pidiendo limosna y estirando la mano.
Entonces no nos queda otra alternativa que desvirtuar que “en el Oriente, por flojos, muchos hambrean a diferencia de lo que pasa en el occidente”. Y no es que el habitante del occidente también sea flojo, sino que no se le otorga las oportunidades para su desarrollo económico; y eso pasa en este gobierno, como pasó en gobiernos anteriores. Se dictó la Reforma Agraria que hizo desaparecer el latifundio, para crear el minifundio, en una suerte de reforma inconclusa. Porque con tierra y sin los medios de producción adecuados, es lo mismo que nada. Faltó otorgar al campesino créditos blandos para maquinaria, semillas y abonos, para que se vayan pagando, de a poco, con la misma producción agrícola.
Evidentemente, lo que en este momento se produce en el occidente, tiene un doble mérito: es más difícil y sacrificado, sin tener la suficiente asistencia del Estado. En el oriente las condiciones climáticas son más favorables; pero, igualmente sacrificadas (como todo trabajo). Por lo mismo, el campesino de los llanos orientales, vive mejor y no sufre hambre, porque trabaja la tierra, en verdad más fértil, pero trabaja.
Estoy seguro que el discurso presidencial aludiendo a la gente de los llanos orientales, no logrará más apoyo de los trabajadores del campo en el occidente, en su campaña. Ellos viven una realidad que se refleja en las calles citadinas, donde un mendrugo de pan es un soberbio banquete, por las condiciones adversas de su destino olvidado por quienes manejan y manejaron, a su turno, el Poder político.
En Bolivia, no hay flojos ni flojera, lo que sí existe es la falta de una política de apoyo a la producción; la que, con un gobierno de cambios y de corte originario- campesino, como se autodefine, debiera ser una prioridad.
Así, se evitaría el triste espectáculo de campesinos-originarios mendigando por las calles de todas las ciudades de nuestro país. No por flojos, sino porque el Estado, no se acuerda de ellos, para que su trabajo sea digno y no espere “bonos” de todo tipo.
Por otra parte, la reacción de “los flojos” del próspero y productivo Oriente boliviano, contra esas declaraciones del señor Presidente, es absolutamente legítima. Y para aclarar, de acuerdo al diccionario de la lengua española, “Flojera es actuar con pereza, con flojera, con negligencia”; “Flojo, es sinónimo de perezoso, de holgazán, de negligente, e inactivo”. ¿Cuál la diferencia? Una interpretación de semántica lingüística, no tiene por qué constituirse en una cuestión de Estado, o dar paso a una “querella criminal”.
Por lo menos… esa es mi opinión.
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