Cuando las consecuencias pueden ser lamentables

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Analistas y expertos en materia minera, al referirse al caso de la “nacionalización” de Mallku Khota, coinciden en señalar que se trata de un hecho inédito y que justamente tendría que darse en nuestro país, cuando el Gobierno revierte y ocupa una concesión minera que se encontraba en trabajo de exploración y que fue cedida bajo alternativas de total legalidad para lograr importantes datos sobre las potenciales reservas de un yacimiento.

Para nadie es desconocida la consecuencia que causó la presión “social” de grupos de comunarios originarios del sector, que inclusive sobreponiéndose a los deseos y anhelos de sus hermanos campesinos, que deseaban el trabajo en la mina del lugar, utilizaron argumentos como el “saqueo” de minerales por parte de las transnacionales, agregando el ingrediente de tipo ambientalista para configurar una figura de “rescate de los recursos naturales”.

Todo eso se presentará con seguridad como parte de un proceso que tendrá su tiempo y sus alternativas, pero que finalmente tendrá que pagarse como ya ha sucedido con otras acciones parecidas.

Lo grave del asunto, lo perjudicial para el futuro del proyecto minero de Mallku Khota es que se perderá, para decirlo de manera sencilla, la licencia o el patente de todo un programa, un software elaborado específicamente para el tratamiento de los minerales que tiene la que se denomina “una portentosa mina” rica en plata, indio y galio. Ese paquete de información, tiene dueño, registro intelectual y técnico de la minera Mallku Khota a través de su impulsora la canadiense SAS y por supuesto improbable que pueda transferirse a la Comibol.

Como se observa ahora la estatal minera de nuestro país está buscando salvar ese grave conflicto acudiendo a las universidades con especialidad de la materia de minería y metalurgia, que evidentemente pueden desarrollar otro sofwer, pero esa tarea demandará una fuerte inversión y lo más importante demasiado tiempo, consiguientemente es un proyecto que partirá – si logra despegar – en muchísimo tiempo.

Se trata de un riquísimo yacimiento, cuyo proceso de exploración y su inmediata prospección se han truncado por presiones sociales, que debieron ser controladas con sentido práctico, tratándose de intereses nacionales y no sólo de grupos aislados, que igualmente serán perjudicados, aunque tienen la promesa de convertirse – algún día - en otros miles de asalariados mineros.

Fuente: LA PATRIA