Jueves 23 de agosto de 2012
ver hoy
Editorial y opiniones
ALGO MÁS QUE PALABRAS
Nuestra relación entre lo finito e infinito
23 ago 2012
Por: Víctor Corcoba Herrero
Parece que el verano resulta un poco más propicio para las tertulias entre familias, entre amigos, entre personas. Conversar es una buena manera de adentrarnos los unos en los otros. Les aconsejo que activen el diálogo siempre. Cualquier momento es bueno para compartir vivencias. Somos gentes de palabra, de lenguajes que van más allá de las palabras, porque los silencios a veces también hablan.
Realmente, nos movemos entre lo finito y lo infinito. Por una parte, somos materia y, como tal, caminamos entre coordenadas finitas. Pero también somos pensamiento, y pensar, conlleva transitar más allá de cualquier limitación. En consecuencia, somos criaturas en perenne búsqueda, en diálogo con el verso de la vida, bajo el deseo ardiente de conocernos. Evidentemente; según vamos adquiriendo conocimientos, será más fácil derribar, de este mundo finito, aquellos muros que nos distancian.
Si profundizásemos más en nosotros mismos, veríamos que nos unen más cosas que nos separan. Para empezar, todos necesitamos abrazar ese auténtico infinito, donde habita la poesía, el creador de la poesía, el autor de lo que somos y por el que vivimos como caminantes. Como es sabido, el camino se hace andando consigo mismo y con los demás. Esto exige, desde luego, tener capacidad de discernimiento para tomar la calzada justa. Es como una aventura poética de purificación, desde la libertad más absoluta y con la autonomía de ser lo que cada cual quiera ser. Por tanto, cuidado con esos falsos infinitos que son sectarios, que no tienen en cuenta el orden de las cosas, que destrozan la belleza y se sumergen en el derroche permanente, que viven la vida como si fueran dueños del mundo para siempre.