El paseo turístico, “Oruro a la medianoche”, es una travesía en la que sólo los trasnochadores se atreven a seguir para escuchar historias interesantes del pasado de lo que fue esta ciudad, además de algunos cuentos y leyendas tétricas que provocan miedo, pero al mismo causa mucha intriga.
El paseo comenzó en el Museo Histórico “Ildefonso Murguía”, a las 23:00 horas al igual que la primera oportunidad (el 5 de agosto de este año), había mucha gente interesada en conocer las crónicas, leyendas, mitos y cuentos de Oruro, así que siguieron a Maurice Cazorla, en esta oportunidad como guía del paseo, al igual que su hermano Fabrizio Cazorla, quienes aportaron con mayores datos referenciales el paseo.
A paso veloz, todos se dirigieron a la esquina de la calle Bolívar, entre Presidente Montes, en ella Maurice Cazorla elevó la voz para que todos escuchen y se imaginen una ciudad en pleno desarrollo en la época de la Colonia, cuando sólo existían algunas casas por la zona, entre ellas el edificio del Gobierno Autónomo del Departamento de Oruro, el hotel Edén que antes se encontraba en la calle Adolfo Mier, o la capilla donde se ejecutaron a los insurgentes.
Y, así sucesivamente, llegaron hasta la esquina donde se encuentra el Instituto Superior de Bellas Artes, frente a ella, existía un antiguo convento en el que se encontraba un cementerio, luego se dirigieron donde ahora se encuentra el Colegio “Mariscal Sucre”, que antes correspondía al Hospital San Juan de Dios, un espacio que no abasteció para curar a los heridos de la Revolución del 10 de Febrero y los hombres murieron en la calle, junto a este existía una capilla del mismo nombre en la que los moribundos esperaban la muerte, y si estos no eran reclamados por sus familiares eran enterrados en una fosa común.
En la travesía no podía faltar la tradicional leyenda de la cruz verde, que se supone se encontraba en una de las esquinas de la calle La Plata, entre la Junín, el joven guía Pol Rodrigo Terán, narró que antiguamente, cuando Oruro contaba con casas hechas de adobe, los techos de teja y la gente sólo transitaba por las calles hasta el ocaso del sol, los pobladores escuchaban los cascos de un caballo quien tiraba una carroza de fuego y se llevaba a los parroquianos que habían excedido en el consumo de bebidas alcohólicas.
En cierta oportunidad, una mujer apresuró el paso al escuchar que la carroza se acercaba rápidamente, la mujer afortunadamente logró entrar a su morada y a los pocos minutos escuchó que alguien llamaba a su puerta, nerviosa, pero intrigada, abrió la puerta y se encontró con un hombre vestido de monje encapuchado, quien le entregó un cofre donde se guardan velas y luego se marchó, la curiosidad dominó a la dueña de la casa y ésta al abrir la encomienda se asombró por la pila de huesos humanos.
Cazorla anunció que para próximas semanas se realizará una visita al Cementerio General a la medianoche para conocer un poco de su historia y las leyendas que se originan en este espacio de eterno descanso, y de igual forma se contará con el apoyo del Municipio y los estudiantes de la carrera de Turismo de la Universidad de Aquino Bolivia.
Fuente: LA PATRIA
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