Una de las últimas aclaraciones sobre el contenido de preguntas en la boleta censal señala que “la número 29 referida a la auto pertenencia es abierta” y se añade que el empadronador o censador deberá respetar la respuesta ciudadana, la aclaración corresponde al Ministerio de Planificación del Desarrollo.
En la medida que avanza el tiempo y por supuesto todavía con algunas dudas sobre la vigencia de la papeleta censal que se utilizará en noviembre venidero, la ciudadanía no sabe cuál será la mejor respuesta para definirse como ciudadano del país.
Han surgido reclamos porque no se incluyó la palabra mestizo en la boleta, la aclaración de los responsables señaló que al no haber estado inserta en la papeleta del anterior censo, no debía corresponder su inclusión en la nueva, aunque el justificativo no es preciso debido a la falta de auto pertenencia que observan particularmente los políticos y algunos estudiosos de la identidad nacional de quiénes ocupamos este territorio que se llama Bolivia.
Ahí parece que está la cosa; si nacimos en Bolivia, en cualquier parte del territorio, lo lógico es que seamos primero que nada bolivianos, luego podrá aclararse del occidente, oriente, de los llanos o del Chaco, de alguna población en particular que complemente la pertenencia de esa identidad que ahora se quiere relievar más con fines político estadísticos, que reales y claros en función de salvar la cantidad de ciudadanos en el país.
Si acudimos sencillamente a las definiciones etimológicas de las palabras que están en tela de juicio en el proceso censal, nos encontramos con algo que quizás no guste a muchos, si se menciona lo de mestizo, el diccionario señala un adjetivo que se refiere al nacido de padres de raza diferente, entre paréntesis menciona a híbridos o bastardos, mulatos, nacidos de blancos e indios.
Si se trata de indígena, se hace referencia al originario del país, aborigen, autóctono, nativo o natural establecido en un país desde tiempo inmemorial. Esta definición sería la más próxima a la realidad que se busca, entendiendo que cualquier nacido en un país es originario del mismo.
No falta una posibilidad de buscarle una salida al asunto cuando se toca esa parte tan propia de reconocer las cosas nuestras mencionando “criollo”, aunque el diccionario señala a los nacidos en las colonias o los españoles nacidos en América y el sinónimo es mestizo, pero se añade una extensión del significado de la palabrita al reconocer que en América se dice “criollo” a las plantas, cosas, animales que son del país y que hay que distinguirlos de lo extranjero.
Así aparece la cosa, si de darle valor semántico se trata a cada uno de esos adjetivos que nos están causando problemas y que más allá del sentido que se le quiere encontrar a cada uno con fines más sectarios que prácticos en un país que ahora se desempeña en el marco de lo plurinacional y en el que los simples términos no deben ser causa de divisiones, lo prudente será que en el censo la pregunta 29 sea respondida con una contundente ratificación de auto pertenencia identificativa como bolivianos, eso es lo que somos.
Fuente: LA PATRIA
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