Legalizar la droga para combatirla

"Algunos países latinoamericanos están viendo la posibilidad de analizar otras alternativas frente al tema, porque la lucha contra el narcotráfico mediante la interdicción ha fracasado en el mundo, y EE.UU. y Naciones Unidas lo saben, y, en este momento hay una gran discusión con los líderes mundiales de que hay que tomar otro camino, uno de los caminos por ejemplo en Uruguay es, vamos a ir avanzando en la legalización de la marihuana, porque la interdicción y la represión a las bandas criminales lo que provoca es más violencia" -declaró en días precedentes la señora Amanda Dávila, ministra de Comunicación del Gobierno boliviano.

Evidentemente, secundando un estilo de vida nocivo, como si el cannabis fuera “una especie de golosina inofensiva, repleta de ingredientes curativos”, el gobierno de José Mujica está tramitando, una ley para el autocultivo de la marihuana, con el argumento de que "se trata de quitarles el mercado a los narcotraficantes" de acuerdo a sus declaraciones a CNN.

Si la OMS declara que el mismo consumo de bebidas alcohólicas, en los adolescentes, resulta ser el primer peldaño para el consumo de otras drogas, ni qué se diga entonces de las drogas blandas respecto de las duras, que se agrava con el constante ingreso en escena de nuevas drogas sintéticas, con nuevos efectos colaterales.

Holanda, despenalizó la venta y consumo de drogas blandas, pero no su producción, de manera que las fuentes de abastecimiento de los coffeeshops provienen de los circuitos delictivos. Además, Holanda no ha encontrado una solución al problema del consumo de las drogas de diseño, las cuales dominan la nocturnidad, y suelen ser acompañadas de sustancias como el alcohol y anfetaminas. Desde la legalización de la marihuana ha aumentado tres veces el consumo de heroína en ese país.

El cantante colombiano Juanes, afirma que la despenalización de la marihuana “sería un gran avance” y Morgan Freeman, actor de 75 años de edad, ganador de un Oscar, cree que la prohibición de la marihuana” sólo es una ley estúpida de la historia”.

El pasado año, una estupenda maestra católica gestionó mi visita a un establecimiento de educación primaria para abordar con los alumnos el problema del alcohol y las drogas, tenía razón, porque evidentemente alumnos de entre los 12 y 15 años estaban ya inmersos en el consumo de marihuana.

Quienes estamos cerca del problema del excesivo beber y el consumo de sustancias por el apostolado que cumplimos, vemos la horrorosa realidad de las adicciones. El adicto adquiere algo que es malo, llega a ocupar el primer lugar en su vida poniendo a Dios y su vocación en segundo lugar. Visión reducida que va cerrándolo gradualmente, hasta que finalmente, cuando la adicción lo gobierna completamente, no tiene más ojos que para ella, convirtiéndose en su esclavo y ella en su amo, y no precisamente en un amo bondadoso que busca su bienestar, hasta rendirle su misma dignidad.

Cuando el clamor popular exige que hayan mejores controles, por ejemplo en la venta de bebidas alcohólicas a menores de edad, y que se suban los impuestos a los productos alcohólicos, para hacerlos menos accesibles, es una tremenda contradicción buscar una despenalización o legalización de las drogas, ya que obviamente “las haría más accesibles, abarataría y aumentaría el uso de substancias dañinas, adictivas que intoxican la mente, dañan el cuerpo, tienen un impacto negativo en las conductas y potencian el abuso contra otras personas. Peor aún, su legalización no eliminaría el tráfico ilegal ni la violencia asociada al tráfico ilegal, a menos que la legalización incluyera a los menores de edad y les posibilitara la compra en cantidades ilimitadas. De no ser así, siempre existiría un mercado negro de drogas”.

La droga, como dijo Juan Pablo Magno, no se vence con la droga. Se requiere una vasta acción de prevención, a fin de que la cultura de la vida sustituya a la cultura de la muerte. Fortalecer la familia, verdadero dique, es el reto de cualesquier gobierno que busque el bien común de su Nación.

“El ladrón entra solamente a robar, a matar y a destruir. Yo, en cambio, vine para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10,10).

(*) Director Nacional Pioneros de Abstinencia Total