Domingo 19 de agosto de 2012
ver hoy
Editorial y opiniones
El caso Assange y el comportamiento diplomático
19 ago 2012
Por: Ricardo Sánchez-Serra
Luego de 58 días de encontrarse refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, Julián Assange logró obtener el asilo diplomático.
Este singular personaje, nacido en Australia, salió a la notoriedad por sus WikiLeaks, la filtración de información de numerosas embajadas norteamericanas hacia Washington, que causó conmoción en el mundo y puso en evidencia lo que piensan los diplomáticos estadounidenses sobre el país en que están destinados y sus autoridades. ¡Son 1.2 millones de documentos! Los cables originaron zozobra (y hasta el ridículo) y malestar, a tal punto, por ejemplo, que el mandatario ecuatoriano Rafael Correa expulsó a la embajadora Heather Hodges, porque, según ella, Correa sabía de la corrupción de un alto jefe policial nombrado para un cargo.
Era, prácticamente, el enemigo número 1 de Estados Unidos, debido a que las revelaciones de los famosos WikiLeaks, con videos incluidos, lo dejaron mal parado en las guerras de Irak y Afganistán. Lo dejaron en situación difícil con sus aliados y resentimientos con muchos países.
Assange era perseguido por la justicia sueca por delitos sexuales y fue detenido por las autoridades británicas, que le concedieron libertad bajo fianza en espera de la extradición a Estocolmo. Él señala que las acusaciones contra él son patrañas y que tuvo relaciones sexuales consentidas. En realidad hubo varias mujeres que lo incriminan de vejación. El 19 de junio último ingresa a la embajada ecuatoriana solicitando asilo político.