EDITORIAL

Tan solo hace pocas horas los bolivianos celebramos una de las fechas históricas importantes en el calendario del país, como fue el Día de la Tricolor Nacional. Pero, muchas veces, cuando nos encontramos en la época de la juventud o de la adultez, no valoramos este símbolo nacional que representa a la bolivianidad en su conjunto.

Y porque no mencionamos a los niños, porque mal que bien, ellos con la instrucción que reciben en el colegio, tienen el conocimiento de lo que es el respeto a la enseña Patria. Un claro ejemplo fue lo que se vivió hace poco en el Faro del Conchupata cuando los niños de nivel inicial rindieron su homenaje a la Rojo, Amarillo y Verde.

Otro sentimiento especial, también se vivió cuando los bolivianos observamos a través de la pantalla chica a nuestra Tricolor en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Para muchos ciudadanos fue muy emotivo, pero para otros, pasó simplemente como un hecho desapercibido.

Hablar de la Bandera Boliviana es referirnos a una novela épica, de cómo el general Manuel Isidoro Belzu vio en el firmamento los colores del arco iris, y de donde predominaban el rojo, el amarillo y el verde, para establecer uno de los símbolos más importantes que a la fecha permanece vigente en nuestro territorio.

Además los recuerdos brotan en nuestras mentes cuando en la época escolar nuestros profesores nos hacían repetir el significado de cada uno de esos colores maravillosos. El rojo es la sangre derramada por nuestros héroes, el amarillo representa la riqueza mineral y animal, mientras que el verde es la significación de los valles y selvas que tiene nuestro país.

Ese valor sentimental y de connotación nacional se ha ido perdiendo en el tiempo, ignoramos el porqué, aunque a veces creemos que el estrés y las preocupaciones en los bolivianos han hecho que no tengamos en mente lo que es el respeto por los símbolos patrios.

¿Y por qué hacemos esta afirmación?, porque lo hemos visto varias veces y en muchos acontecimientos cívicos, deportivos o de otra índole, que cuando se entona por ejemplo, el Himno Nacional, la gente que no participa directamente de esos actos, ignora lo que es el respeto por la Canción Patriótica o por el Himno a Oruro, porque continúa caminando por los alrededores o no se saca el sombrero y menos se atreve a detenerse y entonar ese símbolo nacional.

De igual manera pasa con nuestra Bandera, es triste saber que en el Consulado Boliviano en la Argentina, los que dicen ser bolivianos y trabajan en esa entidad del Estado, ni siquiera se dieron a la tarea de ver cómo estaba la Tricolor Nacional en ese país. Tuvieron que haber muchos reclamos de los ciudadanos residentes allá y de una nota periodística que publicó LA PATRIA para que a mucha insistencia se cambie la enseña sucia, vieja y descolorida, por una nueva. En alguna ocasión en la Gobernación de Oruro también observamos cómo la Bandera Nacional estaba muy arrugada y la izaron así.

El respeto debe empezar por nuestras autoridades y dar el ejemplo a la población, y si no dan el ejemplo, estamos seguros que el conjunto de la ciudadanía tampoco pondrá su granito de arena, con excepción de unos cuántos, que si valoran lo que es la Bandera Boliviana y le rinden al margen del Ejército y la Policía, su pleitesía hacia un símbolo que es nuestra vida. Respetemos nuestros símbolos, respetemos nuestra Bandera porque es lo más maravilloso y simbólico que tenemos los bolivianos.

Dehymar Antezana - EDITOR REVISTA TU ESPACIO

Fuente: LA PATRIA