Censo de población y vivienda para planificar el desarrollo
16 ago 2012
Por: Ciudadano Planetario
Conocer con aproximación la composición social de la población, conocer los servicios básicos de que dispone una sociedad, conocer las características sociales esenciales de nuestra organización social productiva y de servicio, conocer la situación en que se encuentra una sociedad en sus diferentes dimensiones, es la información que todo Estado debe conocer para poder planificar el desarrollo de una sociedad. El Censo Poblacional que se pretende realizar no es un objetivo en sí mismo, es parte esencial de un proceso de desarrollo que se pretende iniciar o continuar. Lo que sirve del censo no es el proceso de recabar información acerca de la situación de nuestro tejido social, lo útil serán los resultados o la información que se pueda recabar, con la cual se puede y se debe planificar el desarrollo de la sociedad en sus diferentes dimensiones.
La información obtenida será utilizada no sólo por el Estado que tiene la responsabilidad de recabar y planificar el desarrollo, será utilizada por la sociedad en su conjunto, independientemente de quien gobierna o administra al Estado. Todas las instituciones públicas o privadas, productivas o de servicio, nacionales o internacionales, locales o regionales, colectivas o individuales, etc., requieren de información cuantitativa y cualitativa del tejido social complejo en el que desarrollamos nuestras actividades.
La ausencia de información estadística entorpece e imposibilita una planificación científica del desarrollo, ya que no se contaría con datos fidedignos sobre nuestras características sociales, cuantitativas en particular. Pretender dar una orientación técnica para sostener irrealmente una determinada ideología, es actuar irresponsablemente con el presente y el futuro de los bolivianos, porque se pretende negar la vigencia de una construcción social histórica. ¿Los mestizos tendremos que demostrar que existimos o es una realidad que se demuestra por si sola? Se nos calumnia que no tenemos cultura propia, habiendo sido los creadores de la más fastuosa expresión folklórica reconocida por la humanidad como patrimonio oral e intangible; se nos calumnia por no contar con territorio propio, por ser copropietarios de la tierra y territorio que heredamos y que muchas veces dimos la vida al defenderla y que siempre estaremos dispuestos a ofrecerla; se nos acusa que no tenemos idioma propio, después de haber enriquecido el que heredamos, según se registra en la Academia de la Lengua Castellana. Así no se construye una nueva sociedad. Apoyamos y seguiremos apoyando la lucha contra la discriminación en sus diferentes manifestaciones, para no ser discriminados como hoy.
Esa actuación irresponsable, interesada y sesgada por parte de los gestores del censo pretende consolidar temporalmente lo irreal, negando la posibilidad de conocer cuantitativamente la composición racial y cultural del pueblo boliviano. Negar a los mestizos o a quienes profesan una fe religiosa, es negar la posibilidad de ejercer derechos humanos, ya que la autoidentificación es un derecho humano irrenunciable. Que la encuesta del censo poblacional que se pretende aplicar para recabar información no contemple un conjunto importante de preguntas como: ¿Qué religión profesa?, ¿cómo se identifica culturalmente?, ¿cómo se identifica étnica o racialmente?, ¿cuenta con un empleo estable y digno?, ¿cuenta con seguridad social?, etc., son preguntas que no pueden estar ausentes de un censo poblacional serio. Los argumentos que sostienen los organizadores para justificar la ausencia de esas preguntas, no son sustentables porque no tienen lógica racional que lo justifique, son de fácil cuestionamiento y por tanto rechazados.
Los resultados de un censo no deben ser utilizados políticamente en interés a una cosmovisión en particular, más aún si ésta no es científica y tiene componentes racistas, que es muy diferente a conocer nuestra composición social en su dimensión étnica y racial. Bolivia es un país no sólo multicultural, por su origen tiende a ser cosmopolita.
Los países hoy desarrollados, partieron del reconocimiento de su composición social en sus dos dimensiones: la étnico-cultural y la de clases sociales. Es necesario conocer nuestra composición social cuantitativamente, pero no para pretender en base a esta, subalternizar a las personas o ciudadanos que no pertenecen a la mayoría o a alguna que coyunturalmente administra el Estado. El reconocimiento de la composición social, sirve para proponerse objetivos de atención a necesidades diversas y resolución de problemas arrastrados históricamente, en uno u otro sector de la sociedad, con mayor intensidad que en otros sectores. El reconocimiento de la composición social, sirve para lograr que la sociedad pueda ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones. Por ejemplo, las regiones con menor Índice de Desarrollo Humano (IDH), deberán recibir mayor apoyo por parte del Estado con relación a las regiones con mayor IDH.
Se pretende erradicar los niveles sociales de extrema pobreza hasta el bicentenario de nuestra fundación como República de Bolivia, ese objetivo no deberá ser planificado en base a información irreal y sesgada, manipulada por intereses políticos que imposibilitan iniciar procesos de desarrollo eficientes a pesar de que se diga lo contrario. Se nos pide recurrentemente que critiquemos y corrijamos sus errores, ahora lo hacemos. Las autoridades nacionales de primer nivel, deben reconsiderar su posición de generar información estadística con intereses ideológicos y políticos sectoriales, que en esencia, contradicen el proceso de liberación del ser humano y las sociedades que nuestra historia como especie humana, irremediablemente experimenta permanentemente.
(*) Docente Universitario
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