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Domingo 12 de agosto de 2012

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Revista Dominical

¿Virtualizar la educación o enseñar ante la tecnología virtual?

12 ago 2012

Fuente: LA PATRIA

"Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida". José Martí. • Fernando Cuba Aliaga - Lic. Ciencias de la Educación

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Educación, es un concepto amplio, pero ante todo un proceso complejísimo que implicaría todo un desentrañamiento epistemológico porque va relacionado con la dimensión personal, familiar, social, cultural, política y tecnológica.

Un planteamiento futurista, invita a la reflexión sobre la posible sustitución del docente por las computadoras. Esta posición ha sido objeto de debates desde diferentes corrientes de pensamiento.

Naturalmente la mayoría de los profesores en el ámbito educativo han argumentado toda clase de reflexiones para que se comprenda la delicada función de enseñar, o ante todo formar las dimensiones humanas para un desarrollo armónico e integral, que es parte del proceso de educación formal.

Sin embargo, cabe reflexionar sobre las actividades o tareas instructivas del docente a veces con necesidades de aprestamiento, que tocan el universo del internet. Es urgente considerar que entre la vasta información de la red, no toda información es educativa, mas toda educación podría ser informativa con guía adecuada.

Una mirada a los salones del internet da muestra de una marcada inclinación a los juegos, la imagen, la música y la información. Todo ello, forma parte de la realidad, la vida y la educación informal del estudiante.

Es probable que por acomodación a la ola modernizante, el docente de hoy, haya derivado trabajos para que los estudiantes se organicen en entornos virtuales, solicitándoles tareas, que debiendo ser fruto del proceso de enseñanza aprendizaje entre docente y estudiante, son en muchos casos producto del manejo hábil al internet.

La presencia de la información y las millones de ofertas de posibilidades temáticas a la espera, alcance de cualquier usuario, ha dado lugar a que los trabajos prácticos no sean fruto de un análisis paciente, reflexivo, asociativo, creativo, cognitivo por parte de los estudiantes, acto que se le ha privilegiado a la funcionalidad del internet.

Este cómodo acceso, limita el desarrollo de habilidades procedimentales de reescritura, como búsqueda de coherencia, cohesión, unidad en el propio trabajo académico. Dado que el estudiante no pone en juego sus capacidades intelectuales, avocándose a “ordenar” un determinado texto de una fuente de información preexistente y foránea. Así el docente muchas veces, no tiene certeza sobre la realización del trabajo. Valorando la presentación formal.

A decir verdad, no es que se esté en contra de los trabajos académicos sino del proceso de seguimiento, aprestamiento y dirección que se les brinda a estos textos. Inclusive en el ámbito universitario, prevalece la presentación formal del empastado y parafraseo en trabajos, no siendo producto integral de una investigación-acción o aplicación a las necesidades.

¿Cómo conciliar información en el proceso de enseñanza aprendizaje?

La información facilita al aprendizaje y la enseñanza, pero no es recomendable en cuestiones de tareas dejar todo al procesador, suponemos más bien que este mecanismo virtual, es usual en momentos cuando el alumno desarrolla capacidades realizando sus tareas. Por ejemplo revisar, rescribir, buscar sentido, coherencia, diagramar, imprimir aquella narrativa o poema de su creación.

En este sentido promoviendo creación, inventiva, en el acto de sentir sensaciones sería apropiado porque ello es una facultad exclusiva del espíritu humano. Recordemos: no se hace literatura con buenas condiciones sino con buenos sentimientos. Añadiendo también, que los grandes clásicos de la literatura se escribieron sin mucho apoyo del procesador, logrando centrar valores que se consolidaron.

Disponer de un acompañamiento personalizado en un trabajo de aula, dando cobertura a estos trabajos extraídos de la red con una segunda lectura, que encamine las posibilidades de aprender a aprender, aprender a resolver problemas, analizar la realidad críticamente, aprender a pensar, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir y por último aprender a descubrir el conocimiento de una manera amena, interesante y motivadora, lograría ser el punto de equilibrio a esta situación.

La clave para el éxito no son las tecnologías en sí mismo, sino su uso adecuado, es decir, saber integrarla adecuadamente a la educación de las nuevas generaciones acorde con los nuevos cambios y con la época en que se vive.

La educación abierta a través de redes de comunicación o los campus virtuales se imponen y transforman las formas de enseñanza-aprendizaje. La figura y el papel de los educadores más que desaparecer, están expuestas a cambios importantes que afectarán a las funciones que actualmente desempeñan.

La cuestión que las máquinas podrán sustituir al docente ya es comprensible hoy en plena modernidad, porque bien la computadora puede apoyar las tareas, mas no reemplazar la presencia de la profesión docente, en lo que respecta a la función formativa de mediación. Esta, solamente pueda ser llevada a cabo por el profesor, con todo un panorama de caracteres humanos, sociales, culturales, etc., siendo su presencia en este caso imprescindible.

Una receta muy actual:

Navegada de SABeRES

INGREDIENTES

- Un salón iluminado con alumnos y profesor

- Computadoras con saberes serviciales

- Mucha atención y serenidad y disposición y sabiduría y…

- Bastante compañerismo

- Muchísima paciencia. Una pizca de buen humor

PREPARACIÓN

Primero, echando granos de control organice a los alumnos en grupos de trabajo cooperativo. Empiece luego motivándolos al calor del humor para navegar en internet.

Después, agregue a esos “instantes” gotitas de alegría y cubitos de compañerismo diluyendo en emociones espontaneas con saberes o sabores que ofrece la red. Haga mucho uso de paciencia ante las reacciones, cuidando la experiencia en ellos, no sea insípida (K’aima).

Ahora, añada atención y serenidad, proponiéndoles gusto al texto cibernético. Justo ahí, encandile con sabiduría la capacidad crítica dirigiéndola adecuadamente. Añada opinión de colegas hasta lograr aroma y colorido de satisfacciones. Preocúpese muchísimo de aquel estudiante no dispuesto. ¡Conózcalo!

Al compartir la experiencia indique sólo algunos modales.

¡Provecho!

Fuente: LA PATRIA
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