Ejército de Bolivia, creado para mantener la soberanía de un país (Segunda parte)
06 ago 2012
Fuente: LA PATRIA
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Con el Ejército debilitado, asume la presidencia el general Andrés de Santa Cruz y Calahumana quien reorganizó la fuerza armada y después de agrupar a los hombres en cuatro batallones de infantería, dos regimientos de caballería y uno de artillería, para iniciar las campañas de Confederación en 1835.
Las campañas del Ejército de Bolivia brillaron por su heroísmo, haciendo ondear el pabellón tricolor en territorio de Yanacocha, en Uchumayo y en Socabaya, venciendo a los ejércitos de Perú, Chile y Argentina.
Aunque el auge del Ejército parecía ir en ascenso, una derrota en Yungay, no atribuible a la falta de valor de las tropas sino a la acción disociadora de jefes bolivianos y peruanos y peor aún a la guerra civil estallada en Bolivia, el Ejército quedó reducido a dos mil hombres agrupados en batallones de Infantería, lo que fue considerado como el ocaso del Ejército que creó Sucre y reorganizado por Santa Cruz, lo que aprovechó Perú para organizar la segunda invasión a territorio boliviano en octubre de 1841.
Ante tal situación, José Ballivián es quien asume el Mando Supremo y reorganiza las Fuerzas Armadas y en menos de un mes están en pie de guerra siete batallones de infantería, seis escuadrones de caballería y uno de artillería con seis piezas.
Aunque Ballivián hizo llegar al Ejército al más alto grado de eficacia y de disciplina, no faltaron caudillos políticos que corrompieron al Ejército, lo que motivó a que la mayoría de las guarniciones estallen en motines y revoluciones hasta que Ballivián se vio obligado a renunciar al mando y abandonar el país después de su última batalla ganada en Vitiche.
SEGUNDO PERIODO
La segunda etapa histórica abarca el lapso de 23 años, es decir desde 1848 hasta 1871 y es considerado como el período de su decadencia.
Después de Ballivián fue Eusebio Guillarte Vera quien asumió el mando del país, pero fue derrocado por José Miguel de Velasco Franco, el caudillo más popular de la época que entonces tenía el apoyo del Ejército, que poco a poco se fue dispersando en el trayecto de Oruro a La Paz.
Un año después, Velasco fue destituido por Manuel Isidoro Belzu Humerez quien definió alejar de las tropas del Ejército a todos los generales, jefes, oficiales y tropa que quedaban de la época de Ballivián y organizó un nuevo ejército reclutando la oficialidad de clases populares.
Los proyectos de Ballivián se hacían realidad hasta que el 14 de enero de 1861 se produjo el golpe de Estado que llevó al poder al general José María de Achá Valiente, es desde ese entonces que flaquearon los soportes de la disciplina en el Ejército que dio el poder a Mariano Melgarejo Valencia.
El Ejército organizado en 1848 por Belzu, moralizado por Linares, anarquizado durante el gobierno de Achá y corrompido por el sexenio de Melgarejo subsistió hasta 1871, en que cayó el tirano Melgarejo, derrocado en las barricadas de La Paz el 15 de enero de ese año.
TERCER PERIODO
El tercer período del Ejército se inicia con la reorganización en 1871, en base a unidades como “Verdes”, “Spencer” y “Sucre”, que agrupaban a más de 1.400 soldados.
Nuevamente surge en la historia nuevos caudillos que lograron sublevar al Batallón “Verdes” que terminó con el incendio del Palacio de La Paz y el golpe de Estado consumado por Hilarión Daza Groselle en mayo de 1876.
Años después surgió la batalla de Tacna o Alto de la Alianza, donde quedó derrotado el Ejército boliviano que desapareció posteriormente, con lo que finaliza el tercer período.
CUARTO PERIODO
La siguiente etapa comienza con el general Narciso Campero Leyes, quien organizó cuadros de batallones de infantería ante la posible invasión chilena, sin pensar en formar un nuevo batallón de caballería ante la falta de ganado.
En 1881, gracias a las gestiones de Campero se pudo formar un Ejército boliviano con 2.500 hombres agrupados en seis batallones que posteriormente fueron elevados a doce unidades.
En 1884 se firma el tratado de tregua con Chile y se decreta la desmovilización con lo que fueron refundadas varias unidades y disueltas algunas, quedando el Ejército reducido a los batallones “Sucre”, “Loa” y “Chorolque”. En 1891 se fundó nuevamente el Colegio Militar en Sucre para cortar el antiguo y pernicioso sistema de las improvisaciones.
Esta diminuta hueste, organizado tan solo para guardar el orden público desapareció en 1899, a consecuencia de una nueva guerra fratricida que se llamó “Revolución Federal”.
QUINTO PERIODO
La quinta fase surge en 1899, denominada como “Contemporánea”, ya que su inicio coincide con el nacimiento del siglo XX, pues el presidente José Manuel Pando emprendió la modernización y reorganización del Ejército, creando la intendencia General de Guerra y gestionando la compra de armas y municiones.
Fuente: LA PATRIA
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