La fiesta olímpica empezó, con una inauguración espectacular, llena de motivos históricos, música, personajes invitados y un original encendido del pebetero olímpico. La imagen televisiva nos mostró iodo tipo de delegaciones; aquellas de las superpotencias deportivas con más de 500 deportistas, aquellas delegaciones medianas que, no obstante, lucharán por varias medallas, tal el caso de Jamaica que aspira a medallas para sus veloces corredores de atletismo o Kenia que con seguridad obtendrá varias preseas en las pruebas de fondo, también en el atletismo.
Claro, también vimos delegaciones reducidas de países pequeños de Asia, Oceanía, África y Sudamérica y nuestra Bolivia entre ellas.
Entre el grupo de cinco deportistas, la abanderada Balderrama sonreía orgullosa de portar la enseña patria. Esta deportista es la única de la delegación que está en Londres por mérito propio, pues obtuvo una marca mínima en su especialidad de 20 kilómetros de marcha atlética.
LO INGRATO
Pero mientras se veía la radiante sonrisa de Claudia, no se podía olvidar las últimas ingratas noticias respecto al escaso y hasta risible soporte económico a nuestros deportistas por parte del Comité Olímpico Boliviano que, en todo caso, prioriza mejores desembolsos y viáticos para los dirigentes, algo ya muy recurrente y conocido en el deporte boliviano.
Los recursos que vienen del Comité Olímpico Internacional o de cualquier otra instancia deberían ser destinados en preferencia porcentual a las y los deportistas de élite del país, como se hace en otras latitudes a fin de motivar un alto rendimiento que es lo requerido para la alta competencia internacional.
A cambio de la estadía a cuerpo de rey en Londres, uno se pregunta: ¿traerán el señor Claure y compañía algunas medallas a Bolivia? La pregunta, por cierto, es absurda. De entrada no sabemos si los dirigentes del Comité Olímpico Boliviano habrán practicado o aún practicarán algún deporte; quizás lo hayan hecho, pero ¿ganaron algo?
MÉRITO DEPORTIVO
En Inglaterra, años atrás fue presidente del olimpismo británico el gran Harold Abrahams, medalla de oro en los 100 metros en París 1924 e inmortalizado en la película ´´Carros de Fuego". En el presente lo es Sebastian Coe, otro gran excorredor de semifondo y medallista olímpico.
En Bolivia, por lo menos el Gobierno reconoce el mérito deportivo de un exfutbolista como Miguel Ángel Rimba en el Viceministerio de Deportes, pero en el Comité Olímpico Boliviano las cosas son distintas. Allí la dirigencia parece salvaguardar criterios de interés personal y figurativo para conseguir nombramientos v aferrarse a caraos por años, sin aportar al crecimiento del deporte boliviano en general, lo que queda demostrado con el detalle de que Bolivia es el único país de Sudamérica que aún no tiene una medalla olímpica.
Una marchista que dio varias satisfacciones al país como es Giovanna Irusta, bien podía ser tomada en cuenta para trabajar en el COB pero...
¿MASIFICACIÓN O VARIACIÓN?
Ambos conceptos son adecuados para potenciar deportivamente a un país y buscar el logro olímpico. Pero la masificación no sólo debe centrarse en un único deporte. Así en el fútbol la cantidad de canchas (muchas con césped sintético) no siempre son un indicativo de progreso (por eso estamos como estamos en la eliminatoria para Brasil y también por eso no estamos en Londres).
La variación implica implementar otros deportes desconocidos en nuestro medio como por ejemplo: el remo, el bádminton, el handbol, la arquería o el hockey sobre pasto; deporte éste último en el que nuestras vecinas argentinas (famosísimas en el mundo como Las Leonas) son medallistas olímpicas y están en la élite. Ojalá que Londres 2012 nos haga reflexionar más y mejor sobre nuestro futuro deportivo.
(*) Comunicador Social
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