Sábado 28 de julio de 2012

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La primavera se adorna con colores y formas, viste a la tierra con un bello y magnifico traje. En verano la naturaleza se muestra en plena hermosura, en otoño trae la madurez de los frutos que mostraron su flor en primavera, y en invierno llega la pobreza a los árboles y a la tierra. Durante el invierno en el ambiente reina el frío, los días son más cortos y las noches más largas. El sol da calor a otro hemisferio de la Tierra. Esta imagen puede trasladarse a la vida del hombre, ya que la vida humana puede compararse con la naturaleza.
¡Qué pronto puede cambiar en la existencia humana el buen tiempo! El cuerpo puede ser alcanzado en poco tiempo por el invierno. El interior, que quiere empezar a salir, va marcando el ánimo del hombre. Un cuerpo joven, bonito de pronto puede cambiar y ser marcado por el sufrimiento y la enfermedad, por aquello que yacía en el alma y que se manifestó según la ley de siembra y cosecha, es decir, la ley causal.