A tiempo de reordenar el trabajo del Hotel y la Terminal de Buses, se formularon severas advertencias por parte de la Central Obrera Departamental y de los mismos trabajadores de las dos instancias “recuperadas” para el pueblo de Oruro, oponiéndose radicalmente a que se distribuyan cargos en un típico botín político.
El personal que estuvo trabajando, una parte inclusive cumpliendo medidas de presión para defender derechos laborales, otro sector que se mostró equidistante del problema e inclusive los que no estuvieron de acuerdo con la nacionalización, son parte de la planilla tanto de la terminal como del hotel que deben permanecer en sus puestos, lo que significa que de momento no hay necesidad de funcionarios extras, según se explicó.
Sin embargo, para reiniciar operaciones y restablecer los servicios en toda la estructura hotelera y de la terminal, se necesita personal superior que se haga cargo del proceso de reorganización y naturalmente, habrá un interventor y posiblemente otros jerarcas interinos, que deban asumir esa obligatoria labor de reencauzar las actividades propias de un complejo servicio público.
Se entiende que de manera separada, funcionará una comisión especial que dedique cierto tiempo a elaborar un reglamento de uso particularmente en la terminal, pues el existente mostró su ineficacia al permitir una millonaria evasión por concepto del “derecho de uso terminal” pago regular que hubiera permitido salvar el colapso que llevó a su “estatización”.
En el caso del hotel, la figura conlleva alternativas diferentes, pues se trata de un negocio que debe ser planificado técnicamente en función a normas de turismo, flujos de pasajeros, condiciones de hospedaje, servicios parciales o completos, ofertas de temporada, competencia en el ramo, implementación de paquetes especiales y algo muy importante, capacitación de todo su personal para cumplir los lineamientos de una verdadera empresa hotelera, que no pueden cumplirse con personal improvisado.
Son responsabilidades especiales que tanto en la terminal como en el hotel ya han estado cumpliendo algunos funcionarios, claro que con algunos problemas que justamente generaron fricciones con los administradores privados y que no deberían repetirse más adelante.
Entre las primeras cosas para mejorar los servicios a favor de la comunidad, hay que emitir en el tiempo más breve posible convocatorias públicas a profesionales en administración de servicios de transporte y en hotelería que además tiene diversas especialidades, de manera que para la buena marcha del complejo hotelero y de la terminal se cuente con la garantía de expertos y no de políticos, aunque en cierto nivel superior, no se podrá evitar la injerencia de la Gobernación, como parte representativa del Poder Central, estatizador.
Como se trata de “una recuperación para el pueblo de Oruro”, las instituciones representativas de la comunidad, caso de la COD, Comité Cívico, Cámara Hotelera y otras, tienen que convertirse en guardianes de los intereses departamentales, por tanto de la imagen que debe irradiarse al interior y exterior a través de los servicios que totalmente renovados deben caracterizarse por condiciones estrictamente profesionales en el Hotel y la Terminal de Buses de Oruro.
Fuente: LA PATRIA
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