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Domingo 22 de julio de 2012

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Cultural El Duende

Ángel

22 jul 2012

Fuente: LA PATRIA

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El ángel es un ser mitológico hebreo-cristiano que llegó de otros continentes con los primeros europeos, fueran éstos soldados o misioneros religiosos. Para los soldados, el ángel era un espíritu protector y para los misioneros un medio por el que Dios se expresaba. En ambos casos era el ángel de la guarda.

En nuestra comarca, la idea del ángel queda como parte de las fiestas patronales de la Iglesia Católica. Hay ángeles en casi todos los templos, en sus portadas, grabados en piedra, en esculturas de yeso o madera, en lienzos, murales, vitrales; situados en hornacinas laterales y, en altares centrales aparecen como el santo patrono. En la danza devocional es el jefe natural de los diablos representado por un devoto danzante.

Hasta hace cuarenta años, en Oruro y su zona de influencia, el ángel vestía una indumentaria alba, sin embargo, la identificación con el grupo específico de baile y, para mejor presentación estética, produjo cambios en los colores del disfraz, sin embargo, en la última fiesta del Socavón, el ángel con su disfraz negro no fue del agrado del público y menos de los devotos de Nuestra Señora de la Candelaria del Socavón.

Según un antiguo danzarín de la tradicional folklórica diablada Oruro: Arcángel es el que está en los altares y ángel es el que baila en la diablada. En el área rural, según un pasaje bíblico recreado, el ángel es el que auxilia a Jesús, María y José en su huida a Egipto entregándoles la hoja andina de la coca, convirtiéndose así en protector del hijo de Dios. Para la mayoría de los devotos de la Virgen del Socavón, el ángel es su Paladín (en términos del Medioevo europeo), y hay quienes le piden protección para sus parientes cercanos.

Ángel proviene de la voz griega aggelos que se traduce como mensajero. Ahora bien, si el ángel es un mensajero, ¿qué está haciendo al medio de los diablos en la comparsa, armado con una espada para atacar y un escudo para defenderse?

Hablar del ángel se hace una necesidad entre los que reivindicamos la diablada como expresión de la cultura orureña. La noción que tenemos de ángel viene de las culturas que se desarrollaron en el oriente medio. Pueblos que están al noreste del continente africano y al sudoeste del continente asiático, donde surgieron las religiones monoteístas. La que mayor influencia tuvo en los continentes europeo y americano, es la hebrea por medio del cristianismo.

Se entiende generalmente al ángel como mensajero, un enviado para instruir a los seres humanos en los aspectos teológicos y morales. Este mensajero es incorpóreo pero, alguna vez, según los mitos, toma apariencia humana.

En todas las culturas se presenta la idea de un ser sobrenatural protector, con poder infinito o limitado. A su vez, hay ideas de seres dañinos, casi siempre inferiores en poder a los protectores. Los unos son dioses de bondad y los otros son la maldad que daña la moral social o traen injustos castigos. No todas las culturas han llegado a deificar a sus personajes sobrenaturales, claro ejemplo son los pueblos andinos cuyas creencias ancestrales no son dogmas, razón por la que no tienen una religión establecida ni la idea de ángel. Sus manes, representados por las alturas, son protectores y guías sin divinidad, que aluden a sus antepasados más remotos, los Achachilas.

El ángel es extraño al medio cultural de estas regiones, por lo que debemos comprenderlo desde su origen africano-asiático. El politeísmo ha sido una constante en el origen de las religiones con dioses que tenían atributos y categorías diversas. En este plano, algunos dioses desempeñaban labores subalternas como mediadores entre humanos y el mundo sobrenatural, de ahí su función de mensajero. El antiguo testamento también alude a un ángel como enviado de Dios.

En la cultura hebrea monoteísta, no tenía cabida ningún dios secundario, por lo que es probable que la biblia tomara al ángel como una idea alegórica literaria y no como un hecho sobrenatural.

Los hebreos, antes de llegar al monoteísmo, tuvieron varios dioses que no podían desaparecer en un corto tiempo, por ello, en el proceso de asimilar la idea de un verdadero Dios, otorgaron a sus otros dioses categorías y atribuciones limitadas. Esos dioses se convirtieron en ángeles. Los hebreos en el cautiverio de Babilonia, en el siglo V a.C., y por casi sesenta años, fueron influenciados para desarrollar atributos plásticos y míticos en los ángeles. El arte de la cultura dualista de la Mesopotamia enriqueció la cultura de los judíos. Los artistas plásticos y escritores empezaron a dotarles alas, nombres y vestimenta. Los persas contribuyeron con ángeles antagónicos que se rebelaban contra Dios y por ello eran destructivos. Los esenios, belicosos por naturaleza, creían en Belial de poder opuesto a Dios, podríamos decir el demonio o diablo; de allí nacieron las batallas entre los espíritus de la verdad y la maldad.

A partir de este antecedente, los judíos y, en consecuencia los cristianos, conciben nueve categorías de ángeles en tres jerarquías

Primera jerarquía

Coro de serafines. Cada uno de los Espíritus Bienhechores.

Coro de querubines. (Del hebreo, querubeo - próximo) Espíritus celestes caracterizados por la plenitud de ciencia con que ven y contemplan la belleza Divina. Según los hebreos antiguos, los querubines tienen cuatro alas y son zoomórficos o semianimales.

Coro de tronos. Espíritus bienaventurados que pueden conocer inmediatamente en Dios las razones de las obras divinas o de sistema de las cosas.

Segunda jerarquía

Coro de dominaciones. Los que regulan el poder que viene de lo divino.

Coro de potestades. Los que ejercen cierta ordenación en cuanto a las diversas operaciones que los espíritus superiores ejecutan en los inferiores.

Coro de virtudes. Cuyo nombre indica fuerza viril e indomable para cumplir las operaciones divinas.

Tercera jerarquía

Coro de principados. Príncipes de todas las virtudes celestiales que cumplen con los mandatos divinos.

Coro de arcángeles. Orden medio entre ángeles y principados.

Coro de ángeles. Espíritus celestiales considerados mensajeros o intermediarios entre Dios y la humanidad. El ángel dice ser tal en el libro de Tobías, capítulo 12, versículo 15: Yo soy el ángel Rafael uno de los siete espíritus principales que asisten delante del Señor.

De estos siete ángeles, tres son los más conocidos por estar mencionados en la biblia (génesis y apocalipsis). Los primeros anuncian hechos por realizarse y los segundos son ejecutores de la ira de Dios:

Gabriel. Que anuncia la venida de Jesús

Rafael. Que dice ser ángel

Miguel. Que comanda las legiones celestiales y derrota a los demonios.

Uriel. Alguna vez mencionado.

Joefiel o Jehudiel. Shamiel o Saeltiel. Zadkiel o Barachiel

La idea del ángel que llegó del continente europeo en los primeros años de la conquista del continente, era la de un ser belicoso. España expulsaba a los moros de la península ibérica, según la creencia popular, con la ayuda celestial. De esa forma se observa en templos coloniales como el de Calamarca, ángeles arcabuceros y, en la generalidad, como un soldado con espada.

El primer nombre que dieron los españoles a nuestra ciudad es Asiento de minas de San Miguel de Oruro, porque en esos días el ángel Miguel era el Santo patrono de España. Después de la batalla de Valencia contra los moros, en la que venció don Rodrigo de Vivar conocido como “Cid el Campeador”, el Apóstol Santiago fue reconocido como protector y nuevo Santo Patrono de la península Ibérica.

Es probable que durante los primeros años de la conquista, el ángel fuera protagonista de las fiestas devocionales en Paria y otras poblaciones aledañas. La lucha del bien y el mal de los auto devocionales, tenían por un lado al ángel y por el otro al demonio (un ángel desafectado de los reinos celestiales) con vestimentas que diferían de las que actualmente conocemos. Nuestro ángel orureño toma el atuendo de los cuadros renacentistas pintados en Europa.

Los pintores renacentistas ven al ángel como antropomorfo, con alas y vestido con una túnica. En otras los representan en batalla contra demonios y dragones, convirtiéndolos en combatientes. Es bien sabido que para resurgir como imperio, Roma hizo del cristianismo su religión oficial; la iglesia Católica y Apostólica se expandió como imperio gracias a los soldados que jugaron un papel importante en la conquista y defensa de territorios y, el ángel, en su rol espiritual, se ocupó de la defensa de la religión y la Iglesia.

Como la Iglesia y el imperio se convirtieron en una sola realidad, el ángel llevaría el uniforme del soldado romano. De otra parte, los enemigos de Roma, los bárbaros, vestían atuendos que poco diferían de los romanos; y es a partir de esos uniformes que se va creando el disfraz de los diablos de nuestras danzas locales.

Los ángeles del bien y el mal, teniendo un mismo origen, se diferencian porque el bueno, el ángel de la verdad, mantiene el tradicional uniforme romano con toda su sencillez. No así los ángeles del pecado que han hecho su disfraz de un lujo arrogante.

El ángel Miguel representa en la danza a todos los ángeles en sus diferentes jerarquías y coros. Precisamente por eso, la diablada tiene un solo ángel que es el director de danza titular. Los otros ángeles tienen la misma jerarquía que las figuras sobresalientes como el Lucifer, Satanás o la china supay.

Los últimos años, las alas del ángel que antes fueron metálicas, han tomado la forma de las aves con plumas, lo que llevaría a pensar en los querubines o semi animales y no en los ángeles en general.

En el relato del diablo, el teatro que se presentaba en el atrio del templo y ahora en la avenida Cívica, las virtudes ya tienen representación en el ángel Miguel y, sin embargo, son los fieles católicos, devotos de la Santísima Virgen del Socavón, reunidos para presenciar la confesión de los siete pecados capitales, los que directamente representan a las siete virtudes morales.

Las virtudes en el relato o auto deberían vestir el uniforme del soldado romano y no la vestimenta de la chola. Este atuendo representa a la diabla, reina o China supay. En la diablada, el uso de la careta es imprescindible, no hay una sola figura, aparte de la que hablamos, que devocionalmente sea un danzante anónimo. Además, no debería tener la apariencia de uno de los pecados capitales.

Las virtudes son teologales, cardinales y morales.

Virtudes teologales. Fe, esperanza y caridad.

Virtudes cardinales. Prudencia, justicia, fortaleza

y templanza.

Virtudes morales. El relato del diablo menciona la castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia.

La representación de las virtudes es asumida por el pueblo católico y esa representación es indelegable.

En el pasado, el ángel de la diablada es el principal personaje de la danza; en el pasado, era nominado el devoto danzante más antiguo. Hoy puede ser elegido por aclamación, herencia o favor social.

Estanislao Aquino Aramayo.

Oruro. Escritor

Fuente: LA PATRIA
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