Sábado 21 de julio de 2012
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Es acertado ayudar a un cuerpo debilitado o enfermo con remedios naturales, para que los mecanismos de autocuración que se han paralizado vuelvan a activarse y el cuerpo reciba un apoyo adicional. Pero para conseguir una curación verdadera y permanente es preciso eliminar las causas de la enfermedad, las causas internas que llevaron a que el cuerpo enfermara. Toda sanación viene desde el interior, esto ya lo sabía Paracelso. La condición es que el enfermo desee reconocer el comportamiento erróneo causante de su enfermedad y cambiar.
Cada enfermedad y cada malestar nos quieren decir algo. Las molestias y los síntomas son indicaciones para encontrar la raíz, que es el complejo de energía negativa que impide que fluyan las fuerzas espirituales en el organismo. El auto-reconocimiento es entonces el primer paso para la mejoría. Esto es válido en el sentido ético y repercute también en el transcurso posterior de la salud.
(*) Vida Universal
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