Miercoles 18 de julio de 2012
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Siendo nuestro sistema de gobierno, de un presidencialismo neto, conviene señalar un trabado que pueda servir a los futuros gobiernos que se avecinan, en una República que afortunadamente es de todos los bolivianos y las bolivianas.
LAS BASES CONCRETAS
El sistema presidencialista del Estado Boliviano exige abordar los problemas de manera singular, tal vez en calma y dulzor, antes que con la fuerza… ¿Cómo resumir esta realidad?... Sostener -por ejemplo- que el presidente de la República debe ser un factor de neutralidad, de conciliación y de compromiso, fundamentalmente. En esta disposición podemos encontrar, hasta un método sugerido ampliamente en la realidad boliviana: El de ¡dialogar!... Esta semana -afortunadamente- el presidente don Juan Evo Morales personalmente está manejando la Agenda de la Central Obrera Boliviana, hecho que reúne al Gobierno y a los trabajadores para asumir compromisos de honor; es dentro de este espíritu que tiene que valerse un buen Gobierno.
De igual manera, los órganos que cooperan en la furgón de gobernar no deben pronunciar criterio alguno sobre la modificación de leyes (Revisar declaración de la Sra. Gabriela Montano de fecha 16 de julio de 2012). Los Ministros o Secretarios de Estado deben trabajar a la cabeza, en los grandes escándalos de corrupción, conformando comisiones de moralización a propósito de la vida política, tal como quiere el presidente Evo Morales Ayma.
