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Sábado 14 de julio de 2012

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Revista Tu Espacio

EDITORIAL

14 jul 2012

Fuente: LA PATRIA

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Esta semana que pasó ha servido para demostrar la garra que tiene el orureño en defender a su región, el tema trillado de esta época no cabe duda que cae en el nombre de la presentadora de televisión Milena Fernández, quien sin tener un poco de cuidado se dio a la tarea de ofender a los orureños en un tema delicado al decir que Oruro es una “ciudad fétida”.

Creemos que las generalidades y la forma cómo se lo dijo, siempre dañarán a todos y es más dañó a la dignidad de todo un pueblo que ve a su Carnaval como el tesoro más grande del mundo. Y así lo vemos los quirquinchos, es nuestro gran tesoro y para hacerle recuerdo a la presentadora beniana, es la Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Pero, el motivo de nuestro editorial no es causar una batalla mediática con dicha presentadora, por el contrario es para reflexionar en base a sus palabras ofensivas. Creemos que no todos estamos en la obligación de agradarle a todos, nos explicamos, no siempre una persona caerá bien a todas, siempre habrán “bemoles”, porque así es nuestra naturaleza como humanos.

Podemos agradarle a un grupo de ciudadanos, pero a otro no. Lo mismo pasa con las regiones, no todas las ciudades del país agradarán a los orureños, me imagino que a muchos no les gusta Santa Cruz, por el clima tan caluroso que tiene; o quizás La Paz por sus calles que son de subida y bajada, o tal vez Cochabamba porque a veces su gente es algo especial. Sin embargo, son solo gustos, obviamente a otros orureños les encantará esas ciudades por muchas de sus cualidades que ofrecen al visitante.

Lo mismo pasa con Oruro, nuestra ciudad no puede agradar a todos y no los culpamos, pero esa situación no debe ser motivo para insultar u ofender como se lo hizo con nuestra tierra. Si Oruro fuese “fétida” como dijo la presentadora, me imagino que mucha gente habitante de este girón patrio, ya habría muerto con una serie de infecciones debido a ese mal. Pero que sepamos como periodistas no se registraron muertes a consecuencia de la supuesta fetidez.

Ahora, es cierto, que después de los días del Carnaval, las calles debido a que se convirtieron en mingitorios, se vuelven malolientes y más si hace calor, pero aquel hecho es subsanable, lavando la calle con detergente y agua, y asunto arreglado.

Haber, pongamos un sencillo ejemplo, cuando organizamos una fiesta, al principio todo es bonito, baile, música, pero como en esta cultura el alcohol siempre estará presente, a medida que avanza el festejo, la situación cambia. Unos se quedarán dormidos, otros harán desorden y nuestra casa quedará sucia.

Sin embargo, cuando pasa el jolgorio todo vuelve a la normalidad, porque limpiamos y arreglamos la casa como estaba, y no por el hecho que en cierta circunstancia de la fiesta uno de los invitados haya devuelto, significa, que la casa estuvo maloliente todo el año, ¿verdad que no?

Lo mismo pasa con el Carnaval de Oruro, es nuestra casa, cuando al principio es lindo y bonito, pero con el paso de las horas su aspecto va cambiando, y una vez que termina todo, la situación vuelve a la normalidad y es como si nada hubiese pasado.

Ahora, ¿qué debemos hacer como orureños?, la respuesta es sencilla, debemos aprender a tener una cultura por la limpieza, y eso creo que está en la conciencia de todos nosotros. Pero como dijimos al principio, no todos pensamos igual. Siempre habrá diferencias y para cambiar el pensamiento de la ciudad, debemos enseñar con paciencia a los que no saben.

Con mucha pena, en varias ocasiones vimos a algunos ciudadanos a hacer sus necesidades fisiológicas en las calles y más cuando hay fiestas patronales. Lo conveniente será infundir en ese ciudadano que no muestra un buen acto de urbanidad, recomendarle para que la siguiente oportunidad, tome los recaudos del caso y busque un baño público. Al principio nos mirarán con extrañeza, pero juntos podemos lograrlo.

De la misma manera pasa con la basura, y repetimos lo que dijimos hace tiempo, los profesores en los colegios y escuelas están obligados a infundir en sus estudiantes a una cultura por la limpieza, ya que si las nuevas generaciones no crecen con un pensamiento de cuidado a su ciudad, tarde serán nuestros reproches.

Basura hay en todas las ciudades de Bolivia, pero hagamos que en la nuestra haya menos que en otras urbes del país. A los adultos será complicado hacerles cambiar de opinión, pero nunca es tarde para hacerlo. Amemos a nuestra ciudad y valoraremos en verdad lo que tenemos, para hacerla ver no como dicen que es, sino como realmente es, hermosa y única.

Dehymar Antezana - Editor TU espacio

Fuente: LA PATRIA
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