El proyecto de construir una carretera por el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) se ha convertido en un problema de magnitud para el Gobierno Nacional que sin cumplir algunas determinaciones previas que establece la Constitución en vigencia, como la “consulta previa”, ha motivado la reacción de las comunidades asentadas al interior de esa reserva natural boliviana, considerada como el pulmón principal para la salud nacional.
En tanto, no se conocieron detalles de un contrato firmado anteladamente y que ya estaba en vigencia en tramos del Tipnis con el trabajo de una constructora del Brasil, develó una serie de hechos que alteraron la convivencia pacífica entre los originarios de la región, que además alentados por instituciones ambientalistas desataron las varias marchas que se dirigieron hacia la sede de gobierno para demandar cumplimiento de normas y rechazar un camino que divida ese territorio, aunque se aclaró más de una vez que los comunarios del parque no se oponen a la construcción de un camino, solo que quisieran que la moderna vía de comunicación fuese habilitada por uno de los bordes del Tipnis.
De cualquier modo el proyecto en sí tiene sus defensores y sus detractores, hay quienes señalan con argumentos válidos que la construcción de una carretera constituye una apertura al desarrollo de cualquier región, pues facilita a los habitantes de la zona comunicarse con los centros más poblados, mejorando los factores de comercio, también los que tienen que ver con la educación y la salud.
La otra corriente es la que no admite “contaminación” de ninguna clase en la reserva natural, pues la carretera permitiría vulnerar costumbres y derechos de los originarios sobre las tierras que les sirven de sustento pero sin alterar el modus vivendi de muchas generaciones. Existe además el peligro de que las tierras benignas de la reserva sean convertidas en plantaciones de coca, con lo que la “reserva natural” dejará de ser tal. Esto es lo que más preocupa a los indígenas del Tipnis que exigen frenar esa ilegal alternativa.
Para quienes observan el asunto con el lente de la realidad el proyecto de la carretera que debe unir Cochabamba con el Beni, tiene otras connotaciones, más que todo políticas y por tanto se implementará de cualquier modo la “consulta previa posterior” para dar paso a la construcción del camino en el Tipnis que entre otras cosas aparece también como parte de un proyecto estratégico del Brasil.
Una reciente investigación revela detalles sobre el interés de Brasil para utilizar una carretera que atraviese territorio boliviano y le permita encauzar la conexión terrestre interoceánica entre el Atlántico y el Pacífico. Parece parte de una aventura, sin embargo, es una estrategia en los planes de un comercio de enormes proporciones que partiendo en Rondonia (Brasil) utilizará la carretera que unirá el Beni a través del Tipnis, para llegar a Cochabamba y de ahí a la ruta bioceánica ya definida entre Oruro y la frontera con Chile.
Un movimiento de centenares de enormes camiones y toneladas de toda suerte de productos de Brasil pasarán por nuestro territorio para su embarque en puertos del Pacífico hacia el otro lado del mundo. Entre otros, tal parece ser el interés para construir la carretera por el Tipnis.
Fuente: LA PATRIA
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