Miercoles 11 de julio de 2012
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La serie de problemas que se han producido a nivel nacional y en variadas circunstancias, específicamente en algunos distritos, muestra la carencia de normas que deberían cumplirse si existieran políticas de previsión.
Lo que se observa con mucha claridad es que en la mayoría de problemas lo primero es la confrontación, situaciones de riesgo para ciudadanos que no han podido solucionar sus problemas por la vía del diálogo pregonado pero no puesto en práctica para eliminar los entredichos.
Los analistas por un lado y los políticos, entre estos inclusive los oficialistas, a regañadientes admiten que muchos problemas pudieron solucionarse con una adecuada política de previsión que debería encomendarse a profesionales en la materia, como sicoanalistas, sociólogos, antropólogos, investigadores sociales, que además no estén comprometidos partidariamente con ningún bando, pues de ser así el sentido de previsión se descartaría con la búsqueda de soluciones para favorecer a un determinado sector.
En varios países se han puesto en marcha programas especiales de orden preventivo ante la posibilidad de que se produzcan conflictos, lo prudente sería que equipos de trabajo parecidos puedan delinear estrategias para salvar contingencias que se confrontan en los diversos sectores sociales y que al rebasar los límites de la tolerancia, se convierten primero en protestas “simples” y al no ser atendido el sector el asunto se agrava y termina en enfrentamientos que obligan – recién – a las autoridades a extremar alternativas de acercamiento para dialogar en medio del incendio, que a veces resulta difícil apagar porque hasta entre los bomberos se pisan la manguera.
Fuente: LA PATRIA