Los últimos días del pasado mes se detectó el traslado de una apreciable cantidad de coca “prensada” que hace tiempo fue secuestrada al narcotráfico y depositada en ambientes del Viceministerio de Defensa Social y que era trasladada en un enorme camión a municipios donde se produce coca, caso del Chapare o los Yungas, pero para ser utilizada como abono orgánico en base a preliminares experimentos sobre ese nuevo uso de la “hoja sagrada”.
De acuerdo a las opciones legales que se han dado al uso de la coca, principalmente el masticado o pijcheo de las hojas por parte de trabajadores de diferentes faenas, como las agrícolas, mineras, en la construcción y en otras tareas que obligan a duras condiciones de esfuerzo físico, se mencionan también usos medicinales y algunos alimentarios como la fabricación de refrescos, algo de repostería y culinaria casera, el resto de la coca que se acumula por decomisos al narcotráfico no siempre es posible de utilizarla legalmente, por tanto se la acumula en una especie de fardos conocidos como “chanchitos” y su destino resulta incierto porque aún se carece de un proyecto efectivo y viable para su industrialización.
A propósito del traslado de grandes cantidades de coca prensada se consultó con autoridades del medio para saber el origen y el destino de este producto cuya destrucción o incineración se prohibió por una condición más lírica que práctica, señalándose que “la hoja sagrada no puede ser inutilizada”, entonces se está buscando alternativas para que este producto pueda tener otros fines lícitos y como en el caso que nos ocupa de beneficio a los mismos agricultores de la hoja de coca.
Se han dispuesto cantidades especiales de la coca acumulada para que más de una universidad nacional realice experimentos que puedan determinar el uso del producto en condición de abono orgánico para su mismo cultivo, pero además con la posibilidad de que ese uso pueda extenderse hacia otras áreas de la actividad agrícola, mejorando justamente las tierras cansadas por efecto de la constante siembra, sin reposición de nutrientes naturales.
Si los experimentos dan resultado, y debería ser lo más pronto posible, se habría encontrado otro uso lícito de la hoja de coca, lo que podría servir inclusive para mejorar los cultivos en tierras difíciles de trabajar como las del altiplano no tan pródigas como las del valle o el trópico. De momento el asunto está en “veremos”, mientras tanto preocupa el destino de la gran cantidad de coca acumulada en depósitos de organismos como el Viceministerio de Coca y Desarrolllo Integral y dependencias policiales especializadas en combatir el narcotráfico en casi todas las ciudades del país, lo que muestra que hay gran cantidad de “coca prensada”, que todavía no es abono, pero que debe ser convertida en materia útil, para no ser quemada.
Lo grave del asunto es que mientras se legalice su uso alternativo, los expertos señalan que la coca desmenuzada y aprensada no sirve para el acullico ni para fines rituales, tampoco para fines medicinales y menos alimenticio, ¿entonces cuál sería su mejor uso?, la respuesta es preocupante, sólo puede servir para fines ilícitos como el que dan los traficantes de droga en pequeñas fábricas que están siendo destruidas, pero que crecen como hongos, quizás por el abono de la misma coca. Un tema sumamente delicado que merece atención urgente del Poder Ejecutivo.
Fuente: LA PATRIA
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