Una reciente inspección que efectuaron autoridades del Concejo Municipal a la caótica zona de los puestos de venta callejeros, en las inmediaciones de los mercados Campero y Bolívar, les permitió visualizar en el mismísimo terreno el grave problema existente y el perjuicio que se ocasiona a los viandantes que deben competir en las calzadas con centenares de vehículos, porque las aceras están ocupadas totalmente por casetas y puestos de venta de todo tipo.
Nuestra ciudad probablemente sea la que tiene más aceras irregularmente usadas por el excesivo comercio minorista y una buena parte además informal, el comercio ha crecido de manera desmesurada por un efecto lógico que tiene su raíz en la falta de empleo y que obliga a mucha gente a convertirse en comerciantes eventuales, ocupando cualquier espacio que pueda ser apto para colocar una mesa o varias, o mejor todavía una caseta de proporciones irregulares que junto a otras ocupan la totalidad de las aceras.
Si se mencionan sitios especiales, hay que tomar en cuenta la calle Bolívar desde la Pagador hasta el Mercado Bolívar, una cuadra en ese tramo que es sumamente peligrosa, pues aceras y calzadas están saturadas con puestos de venta, la misma calle entre Velasco Galvarro y 6 de Agosto, increíblemente habilitada aún para el tráfico de motorizados y por supuesto transeúntes.
En la parte posterior o la acera norte de esa cuadra se encuentran los enormes ambientes de la ex Aduana que han sido copados por una enorme cantidad de casetas metálicas, la mayoría depósitos de mercadería de los comerciantes que precisamente están ubicados en la calle en lugar de estar vendiendo en las casetas ahora cerradas y sin uso práctico.
Alguna autoridad ejecutiva del municipio cometió el grave error de autorizar una doble autorización a comerciantes para que tengan casetas y al mismo tiempo usen aceras y calzadas en la cuadra más peligrosa y molestosa de la ciudad.
Ya es tiempo de que nuestras autoridades municipales se ocupen de emitir normas precisas para reordenar la ciudad, obligando a los comerciantes a despejar aceras y calzadas y ubicarse en el enorme galpón lleno de casetas cerradas y en los puestos del mercado Bolívar que están libres o que también se usan inclusive como sucios depósitos, mientras los comerciantes siguen en las calles, ocupando ilegalmente los sitios de seguridad y comodidad a que tienen derechos los transeúntes y que por Ley son las aceras.
Hay ordenanzas vigentes, instructivos precisos para reordenar el comercio de los gremiales y los informales, pero no hay autoridad que haga cumplir esas disposiciones debido a la resistencia que presentan los organismos gremiales y algunas autoridades que siendo del sector y estando coyunturalmente en el Concejo olvidan su responsabilidad de servir a la comunidad y no servirse del cargo sectorialmente. La ciudad debe ser reordenada y lo primero que se debe hacer es despejar de comerciantes las aceras y las calzadas.
En tanto se encare decididamente la construcción de un Mercado Central y la ampliación de los viejos mercados orureños lo mínimo que debe hacerse es ordenar el uso de espacios en el interior de la ex Aduana, además exigir a esa dependencia dejar los predios que aún ocupa y que servirían para despejar las calles de los molestosos puestos callejeros.
Fuente: LA PATRIA
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