En el nuevo Año Aymara se renueva la energía y se inicia un nuevo ciclo agrícola

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Recibir los primeros rayos del sol entre las seis y siete de la mañana el 21 de junio de cada año, es una de las costumbres más esperadas en varios sitios de nuestro país, son llamados wacas o lugares sagrados donde se practican rituales como la presentación de mesa dulce para la Pachamama o Madre Tierra.

En Oruro esta costumbre se realiza en algunas provincias donde existen sitios rituales como en Pampa Aullagas, Cantón de Venta y Media, Ayllu Bombo en Huanuni, Chuzaqueri, San Pedro de Totora.

En el caso de la ciudad existe la waca waca o centro ceremonial Quri Cancha que se encuentra en uno de los cerros de Oruro al cual se asciende desde las dos a cuatro de la mañana para esperar la llegada de los primeros rayos del sol en medio de un silencio lleno de espiritualidad, fe y compromiso.

El compromiso para subir al Quri Cancha se realiza con mucha fe a la Pachamama por ser un centro ritual donde están presentes las chullpas, o entierros, según Mama Matilde Jacha Qulli.

Por esta razón, se hace la entrega de una mesa para almas, como un modo de pedir permiso por reunirse en este lugar, también se realiza la entrega de una mesa para la luna llamada killa en recuerdo de aquel periodo anterior de vida de los chullpares y finalmente se realiza la entrega de otra mesa para el Inti Viracocha el momento en el que surgen los primeros rayos del sol para recibir toda su energía.

Este 21de junio de 2012 se celebra 5520 del Willka Kuti o del renacimiento con el sol, fiesta de renovación, de recibir energía positiva y de un nuevo ciclo productivo.

El ascenso al Quri Cancha o también conocido como Qori Cancha, se realiza al promediar las dos de la mañana se sube bailando y cantando música autóctona con la ejecución de zampoñas, quenas, bombos y tambores que permite que la subida sea de forma más sosegada en medio de la oscuridad, de los ladridos de perros y la luz opaca de algunas vías del denominado Alto Oruro.

Al concluir el espacio donde fueron construidas algunas viviendas, se inicia el ascenso por medio de rocas y arbustos con la luz natural que irradia la luna y, para las personas que no logran ascender junto a los componentes del Centro Cultural Sartañani, los sones de tambores y bombos sirven de guía para continuar subiendo al Qori Cancha.

El llegar a la cima que se produce aproximadamente en media hora, ver toda la ciudad desde lo alto provoca que todo el cansancio se disipe porque se puede apreciar todas las zonas de la ciudad, luces que muestran el orden de las calles que año que pasa se extiende debido al incremento de la población.

La leña encendida produce fogatas que apaciguan el frío de las primeras horas de un nuevo día, los sones de la música autóctona invita a bailar cumpliendo algunas tradiciones como el de acullicar coca.

De esta manera van pasando los minutos en espera de la llegada del primer día del año aymara o del Willka Kuti, tiempo también en el que se prepara las mesas dulces que son presentadas por la sacerdotisa llamada Mama Matilde, una mujer de más de 90 años que a pesar de su edad, continúa llegando al lugar donde es recibida con mucho respeto y alegría de volverla a ver muy alegre y con ganas de recibir energía nueva para seguir difundiendo y fortaleciendo en los jóvenes las tradiciones de nuestros ancestros.

Antes de la llegada de los primeros rayos del sol, Mama Matilde presenta mesas dulces a la luna, posteriormente con la ch’alla de las mesas dulces se espera que surjan los primeros rayos del sol un momento en el que todo se convierte en paz y mucha fe.

La maravillosa ascensión del sol, es un fenómeno natural que visto desde la cima del cerro, es inexplicable porque de fondo se aprecia como la ciudad de la que se veía simplemente las luces del alumbrado público, se van aclarando y mostrando calles viviendas y edificios que constituyen nuestra urbe.

Al concluir el ascenso del Tata Inti o sol, todos muestran sus buenos deseos con un “que sea en buena hora” deseando que a partir de esta nueva etapa puedan venir días mejores y una buena producción agrícola que servirá para la alimentación de toda la población.

Es de esta manera como esta experiencia va colmando en muchos casos la curiosidad de algunas personas y de otras cobra la fe y ganas de lograr mejores días en base a esta tradición que se cumple desde hace más de 5000 años.

Lo malo del Año Aymara como el de otro tipo de costumbres similares es que muchos jóvenes que no son parte del Centro Cultural Sartañani, desvalorizan esta tradición simplemente por pasar un momento de distracción consumiendo bebidas alcohólicas durante el ascenso a la cima del Qori Cancha, puesto que el momento sagrado de la espera de los rayos del sol, estos no cumplan con las costumbres ceremoniales en el lugar.

Eliseo Quispe López, nos contó que hace más de 40 años, Mama Matilde sube hasta este lugar sagrado para recibir energía, lo que le da fortaleza a sus 90 años con los que cuenta, quién además les enseñó todo el proceso de las costumbres y el rito de esperar al Tata Inti o Padre Sol el 21 de junio, día en el que se recuerda el Año Nuevo Aymara o Machaq Mara (en aymara) y a Mosoq Wata (en quechua) siendo la principal característica de esta tradición, recibir en las palmas de las manos los primeros rayos del sol.

Según los antepasados quechuas y aymaras, a partir del Machaq Mara también se inicia un nuevo ciclo agrícola productivo o para continuar alimentando a las actuales y futuras generaciones y surge el compromiso de cuidar y proteger la tierra y el entorno ambienta, también el espiritual, material y cultural porque este día se purifica y bendice las aguas de los mares, ríos, lagos y vertientes.

Fuente: LA PATRIA