Activismo cívico y político migra de las instituciones al ciberespacio

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“La oposición se ha atrincherado en el Facebook, de ahí la pretensión de Evo Morales de reglamentar su uso, su influencia no es despreciable y su capacidad de crear sentidos comunes sobre problemas comunes no es menos letal que el de asambleas populares”.

Ese es el criterio que expresan analistas y políticos en los últimos años el activismo cívico y la participación política en Bolivia han abandonado gradualmente la institucionalidad estatal y las calles para desplazarse al ciberespacio donde hoy se puede encontrar un sin número de grupos, páginas y blogs que propician el debate de ideas políticas, con más éxito que instituciones y organizaciones políticas.

Así lo demuestran páginas como “Soy un orureño del carajo”, cuya concentración de miembros y frecuencia de interacciones supera fácilmente a cualquier concentración partidaria o cívica que haya sido convocada en los últimos años con el fin de discutir temas de interés nacional o regional.

Las redes sociales son sitios o espacios en la internet que cuentan con una serie de herramientas tecnológicas muy sencillas de utilizar y permiten la creación de comunidades de personas en que se establece un intercambio dinámico por diferentes motivos:

Espacios para conocerse, intercambiar ideas, reencontrarse con otras personas, Espacios para ofertar productos, servicios y realizar negocios, Espacios para compartir e intercambiar información en diferentes medios, Espacios para servicios sociales como la búsqueda de personas desaparecidas o intereses particulares.

Dichas redes pueden expandir su ritmo a un nivel exponencial, produciendo un cambio cultural tan vertiginoso que ha revolucionado el uso de la Red Internet. Las estadísticas, presentan una gran disminución del correo y la mensajería instantánea, debido a la diversidad y potencia de los servicios de las redes.

Las redes sociales tienen su origen a finales de siglo con la red Sixdegrees. Pero solo al inicio de siglo, se ha reconocido su verdadero impacto. Una de las más reconocidas y más antiguas es MySpace que nace en 2003 como una red de amigos que cuenta actualmente con millones de usuarios. En 2004 Google promueve la red Orkut como propuesta de uno de sus empleados así como la aparición de Facebook, red social de mayor crecimiento.

El grupo en la red social Facebook “Soy un orureño del carajo” tiene ya 10 mil seguidores y postea periódicamente un promedio de 50 enlaces o actualizaciones, muchas de las cuales son tomadas como referencias informativas por medios locales.

Otros colectivos en redes sociales como “Open City Oruro” o “Amigos de Oruro Bolivia en red” se transformaron en un escenario de interacción social, cívica y política con activa retroalimentación y con mayor concurrencia que las páginas de partidos y líderes políticos vigentes.

CENSURA

De acuerdo a los datos publicados por Transparencia Internacional, denunciando que el Gobierno boliviano impuso a Google el retiro de información adversa de su motor de búsqueda y de YouTube en 2011. Ante esta situación, políticos y expertos coinciden en que hay una “directa relación” entre las restricciones a la opinión pública y la violenta represión a la oposición, y el cambio de hábitos en el activismo de la sociedad civil.

Para el único diputado opositor de la Brigada Parlamentaria de Oruro, Franz Choque, la “aversión manifiesta” del Gobierno del Estado Plurinacional contra el derecho a la libre expresión ha puesto a la ciudadanía en situación de “inquilinos no deseados”

“Es claro que la sociedad civil se ha informatizado, pero la verdadera causa de este fenómeno es que el Estado ha ido desalojando a empellones el ejercicio del activismo político y cívico fuera de lo institucional, obligándoles a buscar otros escenarios”, manifestó Choque

El legislador recordó que el movimiento cívico orureño fue siempre intenso, sobre todo en reivindicaciones históricas de interés regional, como el ferrocarril, el Puerto Seco, el acceso marítimo soberano y la vocación comercial de los orureños, pero que las represalias explícitas a las manifestaciones contrarias al actual Gobierno han acallado a sus líderes y organizaciones.

“Lo que este activismo en red hace, es construir consensos y sentidos comunes, afinar posiciones regionales sobre problemas nacionales que requieren una toma de posición como región que ya no encuentra escenarios tradicionales, dado que el actual gobierno ha proscrito el pensamiento divergente. La oposición se ha atrincherado en el Facebook, de ahí la pretensión de Evo Morales de reglamentar su uso, su influencia no es despreciable y su capacidad de crear sentidos comunes sobre problemas comunes no es menos letal que el de asambleas populares”, señaló. el diputado Franz Choque.

DE LAS CALLES A LA RED

Para el politólogo y periodista Erick Fajardo el ejercicio de la política en Bolivia ha sufrido un efecto diáspora (dispersión de grupos sociales), después de la crisis política del 2003, cuando el actual partido de Gobierno sacó el activismo político de las instituciones a las calles buscando la toma del poder, para luego penalizar la política en las calles.

“El MAS (Movimiento Al Socialismo) sacó el ejercicio de la política de lo institucional a lo fáctico el 2003 y luego de servirse de la política de las calles en 2009 desalojó el activismo político de lo fáctico a lo simbólico, es decir de las calles a la red”, explicó.

Según Fajardo, en democracias debilitadas y bajo regímenes que restringen las libertades civiles y el libre pensamiento, el campo político se desplaza de lo institucional a lo simbólico, propiciando la “migración” de la participación política de las organizaciones políticas a los foros virtuales.

“Ya la democracia boliviana había perdido el hábito de la manifestación de la opinión política en las instituciones del estado y esta se había desplazado a las calles, pero ahora, tras el ciclo de sofocamiento del movimiento autonómico y la persecución de la oposición, el ejercicio de la participación se ha virtualizado”, sostuvo.

“Hoy el activismo político se puede medir estadísticamente de manera más fidedigna a través de la concurrencia de distintas redes sociales, que mediante libros electorales”, señaló Fajardo, agregando que es más confiable el conteo del número de miembros en un grupo de Facebook que la militancia partidaria registrada ante el organismo electoral.

En todo este complejo contexto que se estructura en nuestro país y en el departamento, podemos decir que estudios realizados por universidades europeas, presentan diferentes beneficios psico-sociales que proporciona la vinculación a las redes sociales, como por ejemplo, rompe el aislamiento de muchas personas, posibilita la combinación entre pluralidad y comunidad, al anonimato le da popularidad, a la discriminación, integración y a la diferencia, fortaleciendo espacios de igualdad.

Fuente: LA PATRIA