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Sábado 23 de junio de 2012

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Revista Tu Espacio

EDITORIAL

23 jun 2012

Fuente: LA PATRIA

En días recientes recibimos a la cuarta estación del año, el invierno, crudo y molestoso y para muchos considerado como la peor época, por el intenso frío que hace en la ciudad y en el campo. Nuestro lindo terruño siempre se caracterizó por tener un clima frígido, sin embargo, con el paso de los años hemos ido observando que la temperatura desciende cada vez más.

Uno de esos factores es el cambio climático, que descompensó por completo el reloj de la madre naturaleza, no por algo en algunas ocasiones el comentario fue que en un día se registraron las cuatro estaciones del año, primavera, verano, otoño e invierno.

El cambio climático, el calentamiento global es debido a los gases del denominado efecto invernadero, provocado por el hombre. Nosotros con nuestra falta de cultura por la limpieza, también aportamos a ese mal que está condenando al Planeta Tierra, la única casa que tenemos para habitarla.

Aunque parezca repetitivo, no nos cansaremos de mencionar que el orureño de un tiempo a esta parte, muestra indiferencia por su ciudad, en vez de cuidarla la lastima más y en vez de ser una ciudad pujante, constantemente vamos en retroceso y quedarnos con la categoría de ser solo un pequeño pueblo sin aspiraciones.

No entendemos hasta ahora, cómo los profesores de los establecimientos educativos fiscales y particulares, no instruyen a sus alumnos para que no boten basura en las calles. Este hecho lo vemos a diario en todas las vías circundantes a una unidad educativa.

Cuando salen de haber pasado clases, los estudiantes son los primeros en ensuciar la ciudad, obviamente, no queremos generalizar pero esta situación se ve a diario.

Sin ir lejos, vaya por el centro de la ciudad donde existe varios colegios, pase unos minutos antes de la salida de clases y verá que las calles aún están algo de limpias, pero después que los escolares abandonan las aulas del saber, las calles mostraron el paisaje al cual ya nos hemos acostumbrados los orureños, sucias y sucias.

Las envolturas de golosinas por todos lados y lo que es peor, hay un jugo que se comercializa en bolsas de plástico, una vez que fue consumido el contenido es botado a la calle y los vehículos que circulan por las vías se encargan de aplanar estos envases, manchando el piso y en varias ocasiones hacen explotar como cohetillos estos artículos.

La pregunta es ¿será difícil que ese envase o la envoltura de la golosina no pueda ser depositada en un basurero? ¿Será complicado agarrar ese desecho y colocarlo en el bolsillo para luego, en la casa colocar en un papelero o bolsa de basura?

La respuesta es sencilla, “¡no es difícil!”, lo que pasa es que no tenemos la voluntad para hacerlo y por el contrario, como no queremos a nuestra ciudad, tenemos que ensuciarla a gusto y placer.

Queridos niños y jóvenes orureños cambiemos de actitud y demos el ejemplo a las personas mayores que la basura tiene su lugar, ese lugar se llama o tiene el denominativo de basurero. Hagamos que nuestra ciudad cambie para bien y no la condenemos más a un desastre inminente, así colaboraremos también con la madre naturaleza, porque la estaremos salvando de la contaminación. Reflexiones y trabajemos por nuestra linda urbe, si es que la queremos y si no es así, es mejor que dejen este terruño y busquen otro lugar para malograrlo, porque Oruro se respeta.

Fuente: LA PATRIA
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