En el cronograma de preparación del Censo Nacional, que debe cumplirse a fin de año, se efectuó recientemente una prueba piloto en la localidad de Guaqui habiéndose observado algunos detalles fundamentales para establecer con claridad la “autopertenencia” de cada boliviano, es decir claramente su origen de nacionalidad e identificación propia.
El operativo que se realizó con 160 empadronadores, entrenados para la prueba piloto, cumplieron lo dispuesto por el Instituto Nacional de Estadística especialmente para observar el comportamiento ciudadano, el desempeño de los encuestadores y permitir a los responsables del Censo 2012 corregir las fallas que fuesen detectadas en lo que corresponde a todo el texto de la “boleta censal”.
La boleta censal como la que se utilizó en la última consulta del 2001 consigna la pregunta general de: ¿Se considera perteneciente a alguna nación, pueblo indígena originario campesino o afroboliviano? sin dar lugar a otra opción como la que se reclama en la mayoría ciudadana y que es la de mestizo. La respuesta lógica como la de hace once años tendrá que ser en mayoría de “nacional”, pues todos los bolivianos pertenecemos, valga la redundancia a ésta nación.
Como quiera que la prueba de Guaqui debe servir para una observación clara entre quienes están encargados de desarrollar el programa del censo, bien vale la pena que tomen en cuenta las sugerencias formuladas y que en realidad son parte de una reacción de conciencia personal, frente al vacío de identidad para una gran parte de la ciudadanía, que sin ser originaria indígena o campesina, no es otra cosa que mestiza y esa consulta no está en la boleta, por tanto la otra respuesta en directa relación con la pregunta tendría que ser, nacional, como elemento de ésta nación.
Un organismo creado a propósito de la tarea censal sugiere además que la consulta ciudadana esté centrada en asuntos más técnicos y no sociológicos, por tanto no debería tener ninguna influencia política partidista, pues el objetivo de un censo, como sucede en cualquier otra instancia, es una consulta para obtener indicadores y estadísticas que ayuden a diseñar una verdadera estrategia del desarrollo nacional en base a planes concretos que respondan a las exigencias del número de habitantes y sus necesidades.
El censo nacional no está dirigido a contar sólo a los ciudadanos con “raíces” aymaras, quechuas u otras, tampoco para saber quiénes son blancos o negros, lo que se necesita es saber cuántos bolivianos somos y cómo está al presente organizado el conglomerado ciudadano. Esos datos reales nos permitirán establecer de manera técnica y no políticamente, quiénes y cuántos somos, qué queremos y qué esperamos en el menor tiempo posible, pues no valen otros fines para contar votantes en el campo y la ciudad.
Aclarar en la boleta censal la definición clara y concreta de autopertenencia, es sumamente importante para no perder la identidad correcta de los bolivianos que no puede eludirse con una pregunta observada como discriminatoria ya que se estaría desconociendo que más del 60 por ciento de la población es mestiza y no que la totalidad es indígena. Este es un tema para ser ampliado.
Fuente: LA PATRIA
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