Comencemos aclarando que Lapsus Lingüis (para ser más exactos, Lapsus Linguae) es una expresión latina que significa "error o tropiezo al hablar".
De lo anterior se puede concluir que mientras una persona habla, sea por excesiva rapidez, sea por atolondramiento, por nerviosismo, por confusión o por simple desconocimiento de terminología puede cometer errores en palabras sueltas, mas no en frases enteras.
Una palabra errada en una oración, acaso no afecte tanto el sentido de la misma y, en todo caso será rápidamente notada con un sentido humorístico. Veamos; decir: "La capital de Bolivia es Caracas" o "El hombre es un ser irracional", son ejemplos de lapsus lingüis, que pueden ser aclaradas a posteriori si están por escrito o en el instante si son expresiones orales.
Lo expresado por el gobernador paceño, amenazando a la oposición con la posibilidad de la horca (colgamiento) no parece encuadrarse en la característica del lapsus linguae. El parece haber pensado las frases con anterioridad, además de haberlas expresado de manera clara, enfática y amenazadora. ¿Estaba don César Cocarico atolondrado, confuso o nervioso? Claro que no; ¿por qué habría de estarlo? Eso sí, estuvo muy exultante y entusiasta al momento de verter sus amenazas.
DESTAPE
¿Qué le paso a don César? El gobernador paceño pareció llenar los requisitos básicos para ganar aquella gobernación. Es un hombre de ascendencia aymara, habla aquel idioma y es profesional (hombre de derecho, como el mismo lo dice). Durante este tiempo sus alocuciones públicas se centraron en ofertas de progreso y mejoramiento para el departamento paceño, enmarcado en el proceso de cambio. Hasta aquí todo iba muy bien y en cuanto a protagonismo político el hombre mantuvo un perfil bajo.
Pero, bien podríamos tildar de políticas sus últimas declaraciones, pues de ser un cuasi desconocido gobernador (al menos en los restantes ocho departamentos), Cocarico pasó a ser protagonista nacional y aún internacional, ya que sus palabras tuvieron necesariamente eco gracias a las corresponsalías de cadenas internacionales.
¿Qué originó el violento exabrupto?^ Ni siquiera se habían escuchado frases similares durante la campaña previa a las elecciones de gobernador.
El gobernador fue muy duro, en un destape que dejó a muchos asombrados. Tal pareció que el gobernador quería demostrar algo a alguien.
HOMBRE DURO
Don Ramón Quintana ya es célebre en Bolivia por ser un hombre de modales y discursos duros y entre los ministros de Don Evo, no es precisamente el más popular.
Acaso don César quiere equipararse a él y llamar la atención del jefe para ser candidato a algún nombramiento futuro. Por otro lado acaso crea que, como gobernador, tiene el mismo poder de los antiguos cesares romanos que disponían de la vida de los gladiadores en el coliseo.
"Ave César, los que van a ser colgados te saludan"; ¿sería una frase adecuada al tercer milenio y al proceso de cambio?
Ante esto cabe preguntarse si el proceso de cambio necesita llevarse con amenazas de por medio y hombres duros que vayan sembrando el pánico entre aquellas y aquellos que piensan distinto.
LAS DISCULPAS
Ante el bochorno que sintió el Gobierno, el gobernador paceño tuvo que pedir las disculpas del caso. Pero ya es tarde para aquello, porque el mensaje está lanzado y la advertencia dada.
Varios gobernadores oficialistas intentaron explicar lo inexplicable y trataron de pedir disculpas por el compañero. Afortunadamente esta vez no se culpó al periodismo con las consabidas frases de: “se lo sacó de contexto” o “fue mal interpretado”. Por lo menos esta vez las cosas están claras. Que el soberano vea si acepta las disculpas.
(*) Comunicador Social
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