Miercoles 13 de junio de 2012
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Comencemos aclarando que Lapsus Lingüis (para ser más exactos, Lapsus Linguae) es una expresión latina que significa "error o tropiezo al hablar".
De lo anterior se puede concluir que mientras una persona habla, sea por excesiva rapidez, sea por atolondramiento, por nerviosismo, por confusión o por simple desconocimiento de terminología puede cometer errores en palabras sueltas, mas no en frases enteras.
Una palabra errada en una oración, acaso no afecte tanto el sentido de la misma y, en todo caso será rápidamente notada con un sentido humorístico. Veamos; decir: "La capital de Bolivia es Caracas" o "El hombre es un ser irracional", son ejemplos de lapsus lingüis, que pueden ser aclaradas a posteriori si están por escrito o en el instante si son expresiones orales.
Lo expresado por el gobernador paceño, amenazando a la oposición con la posibilidad de la horca (colgamiento) no parece encuadrarse en la característica del lapsus linguae. El parece haber pensado las frases con anterioridad, además de haberlas expresado de manera clara, enfática y amenazadora. ¿Estaba don César Cocarico atolondrado, confuso o nervioso? Claro que no; ¿por qué habría de estarlo? Eso sí, estuvo muy exultante y entusiasta al momento de verter sus amenazas.
