Lunes 11 de junio de 2012

ver hoy





















































En tiempos de crisis de toda índole, como los que vivimos actualmente, la educación en valores resulta básica para la transformación positiva de la sociedad boliviana.
Pero el asunto no es tan fácil como parece, ya que los valores no se pueden enseñar como en el sentido clásico como se enseña matemática, literatura o religión.
Los valores se deben, se tienen que cultivar desde adentro, a partir de la imitación e identificación con las personas que viven y se relacionan entre sí de acuerdo a esos valores.
Eso incluye la decisiva relación entre padres e hijos, profesores y alumnos, y hasta gobernantes con gobernados. De allí la importancia de este mensaje que, de manera concisa y agradable, pretendo llegar a todos y cada uno de ustedes con un panorama compendiado de la escala de valores que nos permita vivir en comunidad, en paz con nosotros mismos y con los demás. Respetando el derecho ajeno, pero también defendiendo lo nuestro con inusitado vigor.
Por eso es que va dirigido a la niñez y juventud orureña, por cuyas manos estarán dirigidos los destinos de nuestra patria Bolivia.