Es una lástima leer noticias de la (bella y otrora poderosa) Venezuela que en lo político está dominada por un régimen que está causándole estragos no solamente en derechos humanos sino en su perspectiva económica a futuro.
No es la primera vez que especialistas energéticos latinoamericanos y venezolanos, principalmente, cuestionan las “políticas” de hidrocarburos de la administración socialista de esa potencia en petróleo sino van más allá y desnudan la ausencia total de planificación energética (Caracas tiene problemas de electricidad, hay cortes de luz en otros estados) y pese a la retórica ultraizquierdista del presidente de Venezuela contra Estados Unidos –que hoy anda más preocupado en su cáncer que en gobernar- mantiene un rentable negocio de exportación de crudo. En su afán por “desligarse” de su principal consumidor de crudo pretende hacer negocios con China, basados esencialmente en el crudo venezolano.
Los asuntos venezolanos, en política y en energía, son de capital importancia para América Latina porque estamos hablando de la quinta potencia petrolera mundial en nuestro vecindario y particularmente para los bolivianos es importante desear mejores días a Venezuela y no seguir el pésimo ejemplo en asuntos de hidrocarburos.
Volviendo a los negocios sino-venezolanos: tienen un par de convenios (protocolos) aprobados por el Parlamento de Venezuela que implican, cifras más o menos, que la estatal petrolera venezolana incrementará envíos de petróleo a China (superior a 530.000 barriles de crudo diarios, considerando el precio del barril en el mercado internacional, saque Ud. sus cuentas del dineral que significa), pero con la particularidad comercial que esa venta será a “precio de descuento” y sin estar regulada a precio “de mercado”. Los economistas saben mejor que nosotros que eso es vender a precio “de gallina muerta” nada menos que el oro negro.
Esa operación contable del régimen chavista le significará a Venezuela dejar de percibir la friolera de 21.000 (veintiún mil) millones de dólares al año. Haga una idea: aquí en Bolivia hicieron revuelo y medio cuando el Banco Central destinó 1.000 (mil) millones para “fortalecer” las operaciones de la estatal petrolera boliviana. En algún momento algún especialista extranjero recomendó a Bolivia inversiones en gas para los próximos 5 años de 20.000 (veinte mil) millones pero para toda la cadena de exploración, producción, comercialización e industrialización de gas. Sigamos con la comparación: nuestras reservas internacionales en dólares no llegan ni a 13.000 (trece mil) millones. Con esas comparaciones puede usted darse cuenta de la cantidad increíble de dinero que significan 21.000 millones de dólares por año!
Siempre estoy en contacto con amigos periodistas, analistas, expertos en energía y políticos venezolanos que me explican la dinámica del chavismo en la economía y el profundo daño que le hace a su principal riqueza. El petróleo. Y me han enseñado la gran paradoja que Venezuela vive: ser una potencia petrolera y tener cinturones de pobreza, miseria, falta de servicios básicos y de educación en sus principales ciudades. Lo que ocurre en Venezuela es un reflejo de lo que –en menor escala- ocurre en Bolivia: somos una potencia gasífera continental con un nivel de pobreza tal, que el acceso al gas para las poblaciones rurales es aún un mito: se sigue cocinando a leña, no hay electricidad con precios competitivos, las industrias no crecen por falta de gas y los recursos de la venta de gas no han llegado a combatir eficientemente la pobreza y la desigualdad.
(*) Máster en Adminsitración de Negocios, consultor
@bguzqueda
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.