Demanda de mayor seguridad en el Calvario

Es la época previa, podemos decirlo de esa manera, del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, lo que conlleva una serie de actividades como son, por ejemplo, los ensayos, los recorridos, el Calvario, las veladas y todo el proceso preparatorio que implica la fe y devoción hacia la Virgen del Socavón.

En esta ocasión nos referiremos exclusivamente al Calvario, que de acuerdo al espacio tiempo del Carnaval de Oruro, se realiza desde el primer domingo de noviembre después de la Fiesta de Todos Santos y termina el lunes de Carnaval, conocido también como el Día del Diablo y del Moreno antiguamente, y ahora como el Día del Folklorista.

El Calvario tiene su propio sentido en el Carnaval y consiste en el juego, es decir, que uno se divierte comprando miniaturas. Existe un día específico, donde el estante intercambia dinero de verdad por uno de juguete para deleitarse de esta actividad, cuya característica esencial es el miniaturismo.

Sin embargo, hemos advertido en el tiempo reciente, que en el Calvario no solo van familias o parejas, sino también personas del mal vivir, principalmente los calificados �??amigos de lo ajeno�?�, quienes aprovechan la multitud existente para delinquir.

¿Cómo lo hacen? Pues la respuesta está, por ejemplo, en el sector donde se realizan los sorteos. Ellos, delincuentes, caminan en parejas, son principalmente varones, quienes aprovechan el momento cuando se hace el regalo de las rifas, es cuando los visitantes se aglomeran y empujan para obtener el �??número regalado�?�, ahí los sujetos aprovechan en hurgar bolsillos, carteras para sacar objetos personales como billeteras y celulares, principalmente.

Después de delinquir, se alejan del lugar como si nada hubiese pasado. Estas personas se confunden entre la multitud, porque su vestimenta es tan común como la de cualquier ciudadano, es más, hasta están bien arreglados para que nadie sospeche acerca de la actividad ilícita que realizan.

Hace algunos años, desde la Policía se hacía un trabajo extraordinario con personal de Inteligencia, quienes transitaban este sitio para detectar a estos malhechores y poner a buen recaudo a la ciudadanía, sin embargo, en el tiempo reciente no se ve la presencia de funcionarios del orden, no hay uniformados y tampoco personal de Inteligencia.

Sería importante que las autoridades policiales hagan eco de esta situación, y asuman acciones del verdadero rol que deben cumplir, como es el de garantizar seguridad para la ciudadanía, que, en este caso, está a expensas de delincuentes avezados a los cuales no se les puede hacer nada, por el riesgo de que asuman represalias en el caso de que sean descubiertos.