Loading...
Invitado


Sábado 09 de junio de 2012

Portada Principal
Revista Tu Espacio

EDITORIAL

09 jun 2012

Fuente: LA PATRIA

La mayoría de las personas, principalmente varones y quizás algunas mujeres nacieron con el sueño de ser futbolistas, sin embargo, aquel deseo no se concretó debido a que en el camino de la vida fueron encontrando otras aptitudes o simplemente no se les dio la oportunidad para llegar a ese fin.

En la última semana, visitando las redes sociales encontramos una serie de comentarios y opiniones en relación al partido que la Selección Boliviana jugó con su similar de Chile. Por los conceptos emitidos se reflejaba un sentimiento de frustración total.

Creemos que todos nos sentimos así al final del partido, porque merecíamos ganar, solo que faltó la puntada final o como dicen en la jerga futbolera, faltó el centavo para el peso o la cereza sobre la torta.

Con excepción de lo que sucedió en 1993 cuando Bolivia llegó por primera vez a un mundial de fútbol y por mérito propio, nunca más hemos tenido la oportunidad de disfrutar del sabor de la victoria, y por el contrario los resultados del fútbol solo fueron y son el reflejo de lo que pasa en el país.

¿Hasta cuándo seremos mediocres?, pero no solo en el fútbol, sino en todo ámbito. Al parecer y no queremos generalizar, pero la mayoría de los bolivianos nos volvimos conformistas con lo que tenemos, con lo que hacemos, con lo que pasa y no aspiramos más allá de lo que realmente queremos, nos falta ser más ambiciosos en el buen sentido de la palabra.

¿De dónde vienen las fallas?, creemos que desde nuestros gobernantes, o como alguien decía cada pueblo tiene el gobierno que se merece, y creo que no se equivocaron al manifestar ese detalle.

El boliviano es tan capaz, como cualquier otro habitante del mundo, solo que no tenemos la fuerza de voluntad para hacerlo. Al decir que el boliviano es capaz, está demostrado con el trabajo que realiza en el exterior del país, trabaja de sol a sol, a veces con una remuneración paupérrima y viviendo en condiciones infrahumanas, pero demuestra voluntad porque quiere salir adelante y lo logra.

Pero, ¿por qué el boliviano no puede actuar igual en su propio país?, la respuesta es sencilla, porque la mayoría estamos acostumbrados que los regalos caigan del cielo, nos incentivan con bonos y otros obsequios, en vez de darnos trabajo para surgir y hacer de este país en uno más próspero.

Creemos que no es difícil trabajar en equipo y por el contrario sería más motivador que todos apuntemos hacia un solo objetivo que nos ayude a superar cualquier obstáculo u objetivo que se presente con la única finalidad de ser los mejores.

Imposible no es, solamente hablando del fútbol, si bien hay campeonatos de asociaciones desde divisiones inferiores, pero no existe el incentivo necesario para que los niños crezcan con una visión profesional.

Nada más sin ir lejos, advertimos por ejemplo que en Buenos Aires – Argentina, tienen canchas de fútbol por doquier, donde los infantes y jóvenes practican el deporte de multitudes todo el tiempo. El resultado es bastante obvio, buenos jugadores de talla internacional, mencionemos solo dos ejemplos, Maradona y Messi.

En el caso de Bolivia pasa lo contrario, canchas de fútbol son pocas las que existen y a veces no se puede acceder a ellas, porque están cerradas o el alquiler es muy caro y obviamente para un niño es difícil pagarlas, por ello, muchas veces los pequeños tienen que jugar en la calle a riesgo de su propia vida.

No hay escuelas de fútbol accesibles para todos, ya que si no se paga una cuota, el proyecto de futbolista queda truncado por el factor económico. Por otro lado, sería bueno también que el pensamiento de hacer fútbol en Bolivia cambie, que sea más accesible pero a la vez que tenga una visión empresarial y de sostenibilidad en el tiempo, pero por la idiosincrasia que nos rodea, ese aspecto es complicado que se dé.

Una muestra clara es cómo se maneja el fútbol en el país, dirigentes que quieren eternizarse en el puesto sin dar cabida al cambio, el reflejo es el fútbol mediocre de la liga.

Hasta cuando seguiremos nacionalizando jugadores para la selección, cuando no sabemos valorar lo que tenemos, o mejor dicho, no queremos dar la oportunidad a nuestra gente y por ello, muchos jóvenes se frustran y Bolivia pierde talentos que podrían ser genuinos representantes del fútbol. Ojalá algún día cambien las cosas y soñemos nuevamente en volver a un mundial y hacer saber al mundo, que el boliviano vale realmente oro.

Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos: