Esas desagradables costumbres

Quizás para las personas que las festejan no sean desagradables, pero quienes miran desde afuera y se ven afectados por ellas son hasta perjudiciales, como el hecho de que bloqueen algunas calles para bailar u organizar una kermesse, causar caos vehicular, beber hasta perder la conciencia o la razón.

Algunas personas no pueden concebir la diversión sin alcohol, pero son precisamente las bebidas espirituosas las que ocasionan problemas, muchas veces la diversión puede convertirse en tragedia, como ayer, durante la celebración del Día de los Mercados un indigente tomó una lata de cerveza que no era suya, y el dueño se enojó tanto que le propinó un duro golpe rompiéndole la nariz.

Algunas personas cambian totalmente, de tranquilas se convierten en agresivas, de respetuosas se transforman en salvajes y no respetan a nadie, otras se pierden y ni siquiera se acuerdan de lo que hicieron, menos aún las consecuencias de sus actos.

Sin embargo, en nuestra sociedad pocas son las personas que pueden alegrarse sin beber alcohol, por lo que cualquier conmemoración, homenaje, celebración o fiesta, se convierte en un cuento de horror o de violencia.

Otra costumbre, aparte de beber en demasía, que se constituye en una costumbre desagradable, es que para toda celebración se usa la calle, aunque se tenga ambientes amplios y cómodos para aprovechar, como ayer que los grupos que bailaban morenada usaron vías principales, cómo la avenida Tomás Barrón o la avenida del Ejército.

También causaron embotellamientos, ya que no contentos con participar con uno o dos bloques de danzarines, contaron hasta con cuatro bandas o más, y les siguió una caravana de carros alegóricos que avanzaban lentamente, causando la desesperación de ciudadanos que seguramente tenían diligencias urgentes que realizar.

El centro de la ciudad colapsó con la presencia de grupos de danzarines que invadieron las calles al son de la morenada, ya que Oruro es una urbe que cuenta con múltiples centros de abasto.

Es bueno que los ciudadanos, quienes cumplen una sacrificada labor, como es la de comerciar productos variados, se diviertan y festejen, pero deben hacerlo respetando a los demás ciudadanos y sus derechos, ya que los derechos de unos terminan donde comienzan los de los demás.

El impedir el libre tránsito, por ejemplo, no solo es una falta de respeto hacia los demás, sino que está tipificado como delito en el Código de Tránsito, por lo que, así consigan la autorización de la Alcaldía, no se debería trasladar las celebraciones a las calles, sino que deberían usar salones de fiesta que en Oruro hay muchos y variados.

También se debe comprender que para alegrarse no es necesario consumir bebidas espirituosas en exceso, ya que esa práctica puede traer más tristeza y problemas que alegrías.