Mineros detrás de las áreas protegidas

Por la autorización para explotar oro en áreas protegidas, entre otras demandas, mineros cooperativistas realizaron una protesta en la ciudad de La Paz, que aunque ellos mismos la calificaron de pacífica, se le salió de las manos y cometieron actos de vandalismo, por lo que ahora hay personas detenidas, pero los mineros exigen que se las libere antes de negociar nada.

Según informaron medios locales, los mineros recorrieron la ciudad detonando dinamita, luego se apostaron frente al Servicio Nacional de Áreas Protegidas, Sernap, donde destrozaron vidrios de las ventanas a pedradas, y la reja de entrada, la que intentaron arrancar para poder entrar por la fuerza.

Según los dirigentes de este sector minero su marcha fue pacífica y reclaman que se libere a las personas detenidas en un enfrentamiento contra la policía, ya que según ellos mismos dijeron los uniformados les habrían provocado.

Lo que es reprochable es la actitud con la que organizaron sus protestas pidiendo soluciones a sus demandas, pues el estado y el gobierno deben velar por el bien mayor, y uno de esos es el mantener las áreas protegidas libres de explotación, porque lo contrario sería destruir un ecosistema importante no sólo para Bolivia sino para toda la humanidad.

Esas tierras son áreas protegidas precisamente porque alberga una gran riqueza ecológica, donde flora, fauna y todo lo que allí se encuentra es un tesoro de la naturaleza y un verdadero patrimonio de la humanidad.

Precisamente en estos momentos en que se vive una severa sequía en gran parte del país, cuando muchas familias están sufriendo por la falta de agua, es impensable ceder terreno en las áreas protegidas, porque sería destruir parte del ecosistema y donde se albergan importantes reservas de agua dulce.

La intransigencia se nota en la actitud agresiva de los auríferos, que no solamente se enfrentaron contra los policías, sino que también agredieron a transeúntes y periodistas que estaban por los puntos de bloqueo, y peor aún en los actos de vandalismo que cometieron contra el Sernap.

Es cierto que los mineros como cualquier otro trabajador tienen derecho al trabajo, sin embargo la intransigencia de querer explotar en áreas protegidas ya no está bien, se debe buscar otras zonas para concesionarias, dónde pueden trabajar sin destruir el ecosistema, menos aún las fuentes de agua dulce.

Por otra parte la minería es una actividad que necesita abundante agua y también es altamente contaminante, por lo que si bien es un gran apoyo para la economía del país, también es un perjuicio en otras áreas por lo que se tendría que sopesar y darle prioridad a lo que tiene mayor importancia y que beneficiará más a la población.

Ahora toca el gobierno analizar el pliego petitorio de los auríferos para ver hasta qué punto se pueden resolver sus demandas, sin embargo los mineros tampoco deben portarse intransigentes, por lo contrario deben ser comprensivos y apuntar, de la misma manera, al bien mayor.