El edificio de la Gobernación, un espacio rico en historia

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El edificio que hoy en día es la Gobernación de Oruro, ubicado en las calles Presidente Montes entre Bolívar y Adolfo Mier, alberga mucha historia de la que, quizás en muchas ocasiones, no somos conscientes de su importancia. Antiguamente en la plaza del Rey, lo que ahora conocemos como la Plaza Principal 10 de Febrero, se levantó el antiguo Cabildo, posteriormente conocido como Prefectura de Oruro y actualmente Gobernación de Oruro; este edificio reunía el poder público, político y administrativo de la Villa de Oruro.

Aproximadamente en 1842, para el gobierno de José Ballivián, este edificio fue remodelado, no hay fotografías de cómo habría sido exactamente la fisonomía del edificio del cabildo antes de esta remodelación, lo poco que se conoce es después de los trabajos hechos en la gestión de Ballivián. Por las fotografías que existen hay una cierta confusión, ya que se ve al edificio del Cabildo sin los arcos que conocemos actualmente, pero al lado izquierdo o al lado sud del edificio se ve una torre.

El edificio como tal seguía cumpliendo la función de Cabildo, pero ya con el ingreso de la república pasa a ser la sede del gobierno prefectural.

Muchos documentos hablan de que se refieren al edificio como palacio de gobierno, que efectivamente es así porque era el lugar donde se generaba la parte administrativa del gobierno local. Sin embargo, se ha podido identificar que el congreso de nuestro país ha sesionado varias veces en ese mismo espacio, durante los gobiernos de Santa Cruz, de Belzu, de Melgarejo, de Aniceto Arce y la última vez que fue el gobierno después de la Guerra Federal en 1899, cuando el Parlamento se reunió en Oruro y decidió declarar a ciudad de La Paz como sede de gobierno.

En el lado derecho o lado norte del edificio, se encontraba lo que era el antiguo Hotel Eden, que actualmente es el edificio de la asamblea legislativa. Esta propiedad le pertenecía a la familia Bustillos, y fueron ellos los que en 1899 construyeron la arquería. Entrando al siglo XX, compran esta propiedad a la familia Bustillos y José Carrasco decidió continuar la arquería de la familia Bustillos para todo el edificio, creando un detalle que suele pasar inadvertido, el edificio del lado norte tiene una diferencia en cuanto a la fachada del lado sur.

En el lado izquierdo o sud del edificio donde se encontraba la torre grande, ya no coincidía con la arquitectura del edificio restante, es por ello que se decidió demolerla y completar toda la cuadra con los arcos. Al demoler la torre grande, la campana fue a parar a la actual torre de la Catedral, que fue levantada en 1914. Al igual que del lado norte del edificio, hay un detalle que pasa desapercibido, las columnas son redondas a excepción de una, porque cuando se hicieron los arcos, hasta una parte llegaba la torre grande, entonces decidieron proporcionar los tres arcos y dejar una columna gruesa.

Ya en la década del 40, se eliminaron todos los elementos neoclásicos que tenía la fachada, la balaustrada, los remates de la parte superior, los frisos de alto relieve y recién hace unos 20 o 25 años aproximadamente han sido repuestos, a excepción de los remates que están en la parte superior del edificio.

Dentro del edificio actualmente podemos observar los vitrales del segundo piso, de color verde y rojo, que tienen una rosa, el símbolo del viento, algunos de estos vitrales han sido reemplazados por vidrios modernos. El patio tampoco era como nosotros actualmente lo conocemos, antes había árboles en las cuatro esquinas, no había techo, en el fondo había las caballerizas; aún están los arcos, pero fueron tapados por una oficina, y muchas otras cosas que este edificio aún tiene por explorar.

Pero viendo más allá de esta infraestructura, podemos recordar que grandes acontecimientos pasaron dentro y fuera de este edificio, como por ejemplo en 1739, hubo un intento de revolución impulsado por Juan Vélez de Córdoba, un criollo nacido en Moquegua. �ste había propiciado un movimiento que debía empezar en Oruro para colocar un rey inca en el continente. Lamentablemente fue delatado por uno de los conjurados, que era el maestro de esgrima de Oruro. Y fue tomado preso por el corregidor de la villa, los tomó presos a él, a Manuel de Castro y a Eugenio Pachacnina y los llevaron al interior del cabildo para ponerlos en cautiverio. A las 5 de la mañana del día que debía haber sido la revolución del 8 de julio de 1739 los ejecutan bajo la pena del garrote y dispusieron que los cuerpos de los tres se mantuvieran colgados de uno de los balcones del Cabildo. Este hecho fue realmente trascendental para la historia de la independencia hispanoamericana.

También podemos recordar el 1 de junio de 1865 cuando se produjo una revolución contra Mariano Melgarejo, en la cual Donato Vázquez, Ignacio León, Francisco Velasco, que incluso se enfrentaban políticamente, decidieron unirse para derrocar al prefecto que fue puesto por Melgarejo. Lo derrotaron y ahí murió, por ejemplo, el hermano de Genoveva Jiménez, que le dedicó un poema justamente porque pereció en esa acción.

Otro hecho que podemos rememorar es el que sucedió el 15 de mayo de 1892, cuando era presidente Aniceto Arce. Se inaugura el ferrocarril en Bolivia, por lo que conectaron la vía del tren hasta la plaza, para que se inaugure el ferrocarril y entraron dos locomotoras hasta el centro urbano: la locomotora Oruro y la locomotora Cochabamba, con sus vagones. En una fotografía antigua se puede ver que se levanta un arco de triunfo justamente en ocasión de esta inauguración.

Ese edificio, esas calles que son transcurridas todos los días, han llegado a ser un escenario histórico y relevante para nuestra ciudad y el país, y vamos a seguir creando historia dentro y fuera de este edificio que es sumamente importante para los orureños.

Fuente: LA PATRIA