Avenida Cívica de Oruro: espacio de homenaje a la historia y a los héroes bolivianos

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En el corazón de Oruro, una joya histórica aguarda, un rincón mágico inmortalizado como la Avenida Cívica, bautizada con el nombre de �??Sanjinés Vincenti�?� en honor a los creadores del Himno Nacional de Bolivia: José Ignacio de Sanjinés y Leopoldo Benedetto Vincenti. Este espacio, establecido a pocos metros del centro de la ciudad, no es solo una avenida; es un escenario de grandeza y sacrificio, donde los ecos de tres guerras internacionales bolivianas reverberan, aunque los nombres de aquellos que lucharon sigan sepultados en el olvido.

La Avenida Cívica, que hoy se alza con majestuosidad, fue un regalo para los valientes, un tributo a la bravura de quienes enfrentaron lo desconocido en el frente de batalla y jamás regresaron a sus hogares.

En centro se alza el �??Monumento al Soldado Desconocido,�?� que está engalanado con rostros inmortalizados en bronce en sus tres caras, rindiendo tributo a estos héroes anónimos que entregaron lo mejor de sí en las tres guerras internacionales que tejieron la historia de Bolivia: el conflicto del Chaco (1932-1935), la Guerra del Pacífico (1879-1883) y la contienda del Acre (1899-1903). La creencia de que las cenizas del soldado desconocido descansan en su interior añade un misterio conmovedor a este obelisco.

Hacia el oeste de este lugar, se erigieron graderías que pueden albergar a miles de personas.

Antaño, este espacio pertenecía a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y a uno de los denominados Barones del Estaño, Carlos Víctor Aramayo, quien en la década de 1940 donó esta extensión de tierra para dar un lugar amplio a los excombatientes de estas guerras.

La Avenida Cívica, en sus días dorados, era el camino por donde desfilaban los excombatientes saludando respetuosamente al Monumento al Soldado Desconocido. Sin embargo, el tiempo trajo consigo una metamorfosis desviando la esencia hacia la celebración del Carnaval mientras el homenaje cívico quedaba en segundo plano.

Pero la historia de esta avenida no es solo un cuadro de glorias pasadas. En 1959, un oscuro incidente marcó con tragedia su historia. En la llegada de una caravana desde Iquique, Chile, el palco que estaba construido en la parte media de las graderías se derrumbó dejando luto y una cicatriz en la fisonomía del lugar. Esta desgracia no solo desmoronó la estructura sino también la continuidad de las graderías.

Hoy, la Avenida Cívica perdura como un testigo silencioso de la historia de Oruro. Aunque la llama de homenaje a los caídos en las guerras menguó en gran medida, este rincón sigue siendo un lugar de misterio y memoria. Aquí, las sombras del pasado susurran sus historias a aquellos dispuestos a escuchar y las huellas de los valientes que marcharon al frente perduran en el tiempo. La Avenida Cívica es un relicario de heroísmo y sacrificio, un monumento a los soldados desconocidos que entregaron su juventud y vida al servicio de la patria.

Fuente: LA PATRIA