A pesar de los problemas, Héctor Garibay entrena en Huarina detrás del �??sueño olímpico�?�

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

El maratonista Héctor Garibay Flores ha convertido a la localidad de Huarina (La Paz), distante a 70 kilómetros de la sede de Gobierno, en su fortín, desde donde se enfoca para llevar adelante una preparación rigurosa, sin pausa, con la mirada hacia adelante, apuntando a su participación en los Juegos Olímpicos París 2024.

Con nueve meses por delante antes de la largada en la prueba de los 42.95 kilómetros, Garibay ha optado por convertir a Huarina en su nuevo hogar, aprovechando las condiciones geográficas que brinda esta región lacustre, un plan que alguna vez lo hizo el equipo mexicano de marcha años atrás y que fue tomado como una guía para los deportistas bolivianos.

La cabeza y los pies de Garibay, de 35 años, están sobre esa delgada línea que se ha vuelto su vida, tras obtener la marca mínima para París en el Maratón de Sevilla, el 19 de febrero de este año, con un tiempo de 2h07�??44�?�, quedando en el puesto 13.

La familia es importante para Héctor, es el cable a tierra que le permite cargar kilómetros en sus piernas. Conversa con ellos por teléfono, se compromete a regresar a Oruro cuando tenga una pausa en su trajín. En La Paz, tiene otros familiares que le cobijan y le hacen pasar las horas para que se sienta a gusto.

Con el Lago Sagrado de fondo, el sol golpeando vertical sobre la carretera, el entrenamiento continúa. Mientras en la cabeza de Héctor se elabora el plan de trabajo para el día siguiente, la próxima semana y los meses venideros. Días atrás, hizo una sesión en la pista atlética del Colegio Militar del Ejército (Colmil).

El triunfo sobre los keniatas en el Maratón de México (27 de agosto), con un tiempo 2h08�??23�?�, dejó una huella en su vida de fondista, ese resultado cambió su mentalidad, colocó un nuevo cartucho de ambición, que lo llevó a exigirse al máximo. �?l está consciente que el tiempo colocará las cosas en su justa medida, y que era necesario dar este salto de fe.

Fuente: LA PATRIA/APG