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Jueves 07 de junio de 2012

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Ecológico Kiswara

Editorial

Aguas contaminadas

07 jun 2012

Fuente: LA PATRIA

El río Pilcomayo, nace en las estribaciones de las montañas del oriente del departamento de Oruro, son cristalinas y discurren serenas hasta territorio potosino, donde a su paso, cambian de estado debido a los desechos mineros que reciben los cuales arrastran hasta tierras chuquisaqueñas y tarijeñas.

Las contaminadas aguas son utilizadas por comunidades del departamento de Chuquisaca para regar sus sembradíos con el resultado de que sus productos tengan altos niveles de metales pesados como el zinc y el plomo.

Un informe de la Liga para la Defensa del Medio Ambiente (Lidema), conocido por LA PATRIA, da cuenta de una investigación que determinó que los rangos de zinc en zanahorias, se encontraba en un nivel de 30,31 cuando el límite permitido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), es de sólo 5.

Otros productos como las remolachas también presentan niveles muy elevados de contenido de metales pesados que son nocivos para la salud humana.

En el caso del Pilcomayo, el Ministerio Público inició una investigación que ya lleva algún tiempo, pero que a su término, servirá como sustento para iniciar una acción penal en contra de los responsables de la contaminación del Pilcomayo y de los efectos negativos que produce.

Por su parte, el Servicio Departamental de Salud de ese departamento, también efectúa un estudio sobre la incidencia de la contaminación minera en los habitantes de las riberas del río Pilcomayo.

La contaminación minera, presente también en nuestra región, disminuye la fertilidad de los suelos, por lo tanto, reduce los medios de vida y afecta de forma directa a la economía de las comunidades indígenas y campesinas.

En Chuquisaca, las autoridades están empeñadas en terminar o por lo menos, reducir la contaminación que la explotación minera produce en el río Pilcomayo y preparan acciones legales.

En nuestro medio, luego de una larga e intensa lucha de las comunidades afectadas por la contaminación que produce la mina de Huanuni, cuyas aguas negras discurren por la cuenca se logró la aprobación de un decreto para luchar contra esta contaminación.

Sin embargo, pasado el tiempo no existen acciones concretas para proceder a la remediación ambiental y, así terminar o evitar la contaminación de las aguas de los ríos de la cuenca que terminan en los lagos Poopó y Uru Uru. El caso es similar, pero falta un mayor compromiso de nuestras autoridades para evitar males mayores.

Fuente: LA PATRIA
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