La entrada universitaria y el derecho al bloqueo

La Entrada Universitaria fue creada con el fin de honrar el título de Oruro como Capital del Folklore de Bolivia, ya que manifestaciones similares a las del Carnaval que se vive en esta ciudad, se realizan a lo largo del año, imitando muchas de las danzas que reclaman su origen en otros lugares.

En una época se llegó a decir que el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, era una imitación de las otras manifestaciones que se realizan en La Paz, Potosí y Cochabamba, cuando la realidad es otra, y es a partir de la Obra Maestra, que nacen las otras festividades.

A partir del nombramiento internacional que recibió el Carnaval de Oruro, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, se tomó la determinación de realizar manifestaciones similares en la misma Capital del Folklore.

Esta última nació primero, por los años 80, con la idea de conmemorar la autonomía Universitaria, que costó mucho conseguir, sobre todo porque muchas personas sufrieron injustamente.

El problema con estas manifestaciones es que antes se deben realizar los ensayos, por lo que los estudiantes bloquean las calles céntricas de la ciudad, y solamente unas cuantas personas se ponen a ensayar en plena calzada impidiendo el paso de vehículos del servicio público o del privado.

Bloquear las calles e impedir la libre circulación y locomoción, constituye un delito, pero en estos casos no hay autoridades que hagan respetar la ley, ni siquiera los policías de Tránsito, que ayuden a descongestionar el tráfico vehicular ofreciendo rutas alternativas para no perjudicar a las personas que deben trasladarse de un lugar a otro.

Por otra parte, los estudiantes que tapan las calles deberían tener un permiso especial de la Alcaldía, para realizar sus ensayos en plena vía pública y tapar las calles previendo rutas de escape, cosa que no se hace, pero los empleados municipales, como ya no trabajan a esas horas, no hacen ni dicen nada.

Una de las soluciones sería que los estudiantes utilicen los patios de sus unidades facultativas para poder ensayar ya que no se trata de cientos de danzarines, sino que a veces a lo sumo llegan a las dos decenas.

Otra de las alternativas de solución sería que se utilice el Folkloródromo, que construyeron los comerciantes en la zona Sur, un espacio lo suficientemente grande como para que ensayen más de 100 personas y además lo suficientemente retirado como para no perjudicar el tránsito vehicular.

Es algo alejado, es cierto, pero para eso existe transporte público como los minibuses que llegan hasta el lugar para llevar y traer a los estudiantes, y que estos puedan realizar tranquilamente sus ensayos, sin perjudicar a los demás ciudadanos.

Se debe recordar que bloquear las calles no es un derecho, sino todo lo contrario, constituye un delito y debe ser sancionado como tal, al menos se debe prohibir ciertas manifestaciones en vía pública para evitar el consiguiente perjuicio a la ciudadanía.