Sequía por todos lados

Mientras el fenómeno climático de El Niño afecta a distintas regiones con la sequía y falta de lluvias, el Gobierno y su partido entraron en una pulseta política, para medir quién tiene más seguidores, en lugar de enfrentar el problema ambiental que acecha a los bolivianos.

Hace mucho que el Gobierno está desatendiendo asuntos importantes, como la crisis por la sequía, para dar paso a los intereses de sus seguidores, como es la demostración de quién tiene más poder o peso político.

El Gobierno informó que �??alrededor de 200.871 familias han sido afectadas por la sequía, declarándose desastre en la región altiplánica de Oruro y estado de emergencia en las regiones de La Paz, Cochabamba y Chuquisaca. Más de 144 municipios también han sido declarados en desastre dentro del territorio boliviano�?�.

Con gran preocupación se ha informado de la grave sequía que está afectando al lago Titicaca, la altura actual medida por la regla milimétrica en el sector del lago es de 2.93 metros, seis centímetros por debajo de los 2.99 metros registrados en 1996 por el Senamhi.

Preocupa mucho que Oruro es el único departamento donde se declaró zona de desastre. Obviamente que también deberían recibir financiamiento para superar este difícil momento.

En algunas regiones las sequías se manifiestan con la falta de agua, y se refleja en sus ríos y lagos, pero también se nota en los incendios forestales qué están afectando áreas como la Amazonía, lo único favorable sería el dato de que menos área de selva tropical se quemó, frente a los datos desalentadores de otros años en que miles de hectáreas de bosque eran quemadas.

En Cochabamba se están asumiendo algunas medidas para contrarrestar la sequía, como disparar a las nubes para provocar lluvias, forestar algunas zonas para cambiar el clima y atraer más lluvias.

Las mismas medidas podrían adaptarse en Oruro, pero la mayoría son decisiones de la Gobernación, pues donde más se necesita la lluvia es en el área rural, y en los lagos.

Si el lago Titicaca tiene problemas de sequía, el problema doble es para el lago Poopó que se alimenta de agua del lago Titicaca a través del río Desaguadero. Hace poco el humedal orureño enfrentó una grave sequía al punto de que parecía haberse convertido en un salar, por un tiempo regresó el agua, mientras duró la cuarentena de la pandemia de coronavirus, pero apenas se retornó a la normalidad el lago nuevamente fue afectado.

Ante la sequía que está por todos lados y aqueja a muchas familias, y ante la falta de acción del gobierno central lo que pueden hacer los ciudadanos es cuidar el recurso hídrico, lavando las cosas, no al chorro, sino en un recipiente, apurarse en lavar o al bañarse para no desperdiciar agua.

Y el Gobierno en lugar de ocuparse de pugnas políticas, debería ver la manera de solucionar la cuestión de la sequía, y de atender a las familias damnificadas.