Miercoles 06 de junio de 2012
ver hoy
Se está haciendo cada vez más necesario que después de los discursos del Presidente Evo Morales, alguien del gobierno, o cualquier alma caritativa, ofrezca una fe de erratas.
En su discurso de Tiquipaya, por ejemplo, dijo 1978 en lugar de 1979 al referirse a la anterior asamblea general de la OEA que se realizó en Bolivia. Y dijo, con mucho orgullo, que durante su gobierno, que cosechó, sin saber leer ni escribir, las ventajas de los precios más altos de las materias primas de la historia, las reservas del BCB pasaron de 1.700 millones de dólares a 3.000.
Eso en cuanto a las cifras. Sobre la justicia interamericana dijo, en nombre de los gobiernos que son observados por violaciones a los derechos humanos, que los jueces obedecen al poder político regional.
Por favor. Él y sus amigos tendrían que saber que eso es así en todas partes, incluso en sus países. Protestar porque en la región se reproduce lo que ellos hacen dentro de sus países es, por lo menos, contradictorio.