Un día especial para recordar la infatigable labor, el apostolado de servicio y la entrega total de los maestros para formar las nuevas generaciones en las aulas del saber en los establecimientos educativos del país, los fiscales, los privados y aquellos centros alejados de las comunidades rurales, una ocasión para que los receptores de las sabias enseñanzas agradezcan la entereza de sus docentes. La rememoración tiene relación con la creación de la Escuela Normal Superior de Maestros en la Capital de la República el 6 de Junio de 1909, aunque el Día del Maestro se instituyó recién en 1924.
En el tiempo reciente se están dando transformaciones especiales en materia educativa con la aplicación de nuevas leyes, resistidas en cierto contexto y admitidas en otro, proceso que sin embargo no es exactamente la creación del sistema gobernante, pues la transformación en la educación proviene de varios cambios que se han ido produciendo, especialmente en orden generacional, y que tiene que ver con necesidades cada vez de mayor utilidad por los alumnos que están percibiendo el avance de tecnologías, lo que al mismo tiempo obliga a los docentes a una actualización inmediata y permanente para no perder el control de su método obligado de enseñanza – aprendizaje.
Algunos expertos en materia educativa consideran que la construcción curricular con las comunidades educativas no solo está inconclusa, sino que debe permanecer en tal estado permitiendo, en otras palabras, que la comunidad con su participación directa pueda enriquecer de manera constante el proceso educativo que no tiene límite.
Si bien estas afirmaciones tienen que ver con los cambios propuestos en las nuevas metodologías educativas, algo rescatable puede significar el hecho de que con una apertura social de amplio nivel y diversidad la educación podrá responder a las reales necesidades, aspiraciones y los anhelos que en busca de objetivos muy precisos tienen todos los educandos.
En otros tiempos ya se trató de aplicar reformas en el sistema educativo de nuestro país, se recuerda la preparación de algunos “libros de color” que tuvieron efímera vigencia al no responder globalmente a las necesidades de una educación que tiene variantes de aplicación tanto en las ciudades como en el área rural, aunque hay distinguidos pedagogos que proponen estructurar un solo modelo educativo, pero adaptable circunstancialmente a las condiciones de evolución del sistema de modo que paulatinamente se llegue a unificar de la manera más justa y equitativa una sola forma de educar a las generaciones del presente y el futuro.
La responsabilidad de los maestros con los cambios que se den y alternativas que se presenten, está dirigida a la formación de los nuevos profesionales, los técnicos, los impulsores del futuro nacional, de ahí que este sector de la intelectualidad profesional merece una atención preferente a sus propias necesidades, reconociendo los nobles propósitos de hombres y mujeres que desarrollan sus actividades docentes a lo largo y ancho de nuestra geografía patria, haciendo frente con voluntad y capacidad a las restricciones, precariedad y desigualdad con niveles tecnológicos que recién están siendo implementados, obstáculos que se salvan con el compromiso vocacional de nuestros educadores.
Las maestras y los maestros, con cariño, merecen el reconocimiento de la sociedad por su tenacidad profesional y su espíritu combativo y siempre revolucionario.
Fuente: LA PATRIA
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