En tiempos de escasez

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Queridos hijos:

No renieguen en contra de nadie y en contra de nada cuando haya escasez. No maldigan cuando no haya qué comer o qué vestir. No echen la culpa, ni se inculpen. La escasez es un estado transitorio que pronto pasará. La escasez es la pobreza material o la falta de lo necesario para vivir. Es verdad que con la escasez se sufre, son tiempos duros, son tiempos oscuros de días silenciosos y de soledad. Pero solo es escasez material, no es escasez espiritual. Es un tiempo de ayuno y de oración. Muchas veces ocurre que la escasez es una situación necesaria para saber qué es lo que tenían y qué es lo que les queda. Son tiempos para valorar la abundancia. Son tiempos de regulación y de retorno al equilibrio para disfrutar nuevamente de la armonía.

Para evitar los tiempos de escasez deben proveerse en tiempos de abundancia, cumpliendo la ley de reserva de uno por tres, y siete por siete, para compartir con el más infortunado; porque �??donde comen tres comen siete�?�. Deben ser mesurados con lo poco que tienen y solidarios con los que no tienen nada. Los malos tiempos pasan rápido, no son eternos, dejan enseñanzas, experiencia y sabiduría.

En tiempos de escasez el hombre sobrevive por su paciencia, por su inteligencia y por su trabajo. Su inteligencia les hará pensar e intentar nuevos emprendimientos, nuevas formas de vivir. Recuerden que las grandes mentes salieron de infancias de escasez. Los grandes hombres se templaron con la severidad de la escasez. Les aseguro que su inteligencia les será propicia para nuevos trabajos. Por eso, en tiempos de escasez deben trabajar con la idea de salir adelante. El trabajo es la mejor terapia emocional y social. El trabajo es la llave para salir de la escasez y entrar en la abundancia. El trabajo evitará las crisis emocionales y la depresión. No permitan que la tristeza se apodere de sus almas. No dejen que la pena les gane el corazón. Trabajen para sanar sus pensamientos y sus sentimientos. Trabajen para salir de sus preocupaciones y sus deseos de lamento.

Que la escasez material no les enferme su salud espiritual. Los resultados del trabajo serán venideros a medida que sean pacientes, inteligentes y laboriosos. Que su actitud diligente y voluntariosa, en tiempos de escasez sea de mucha bendición, para avanzar y salir de su situación temporal; y no se olviden de acompañar a los más necesitados, todos los días.

En tiempos de escasez sean comprensivos con ustedes mismos y con las personas en situaciones más difíciles de vida. Nadie tiene la culpa de nada. Todos somos parte de todo. Todos vamos juntos en este gran viaje cósmico.

El equilibrio regresará, la armonía retornará. Dios no olvida, el universo no ignora, la naturaleza no da la espalda. La vida tiene su ciclo. El tiempo tiene sus periodos para renovar las cosas y las personas. Ustedes son seres únicos. Son parte de Dios, son parte del universo, son parte de la naturaleza y la vida. Mientras tengan para vivir, vivan bien y ayuden a vivir. Mientras deseen seguir, sigan adelante y no dejen a nadie atrás. Mientras puedan dar sin esperar recibir, den de corazón, con alegría y entusiasmo.

Queridos hijos, sean buenos en tiempos de escasez, sean bondadosos en tiempos de sequía y depresión; y recuerden, nunca pierdan la paciencia, sean inteligentes y trabajen siempre. Ayúdense ustedes mismos y ayuden a ayudar. Su abundancia espiritual les dará inspiración para continuar, para luchar y ganar. Su abundancia espiritual será el reflejo de su fe, de su esperanza y de su amor. Nunca tengan escasez de amor y poseerán abundancia.