No desperdiciar alimentos es una buena idea

De la mano de una empresa de delivery que opera en los diferentes departamentos de Bolivia, y en otros 13 países, se inició una campaña para aprovechar los alimentos y desperdiciar lo menos posible, ya que, según datos de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, en América Latina, se estima que alrededor del 15% de los alimentos disponibles en hogares, comercios y supermercados, así como en verdulerías y otros lugares, se descartan como basura.

El dato se considera alarmante porque en contraposición 47 millones de personas en la región no cuentan con un plato de comida asegurado al final del día.

Como siempre lo decimos, los buenos ejemplos hay que imitarlos y en este caso muchos podemos contribuir a que familias enteras puedan dejar de sentir hambre y mejorar su calidad de vida, llevándoles alimento antes que termine en un contenedor de basura.

La empresa que organizó la campaña para recolectar alimentos, qué aún están sanos, pero tienen pronto vencimiento, lo hizo en conmemoración al Día Internacional de la Concienciación Sobre la Pérdida y Desperdicio de Alimentos, para evitar que se bote la comida y que más personas puedan acceder a esos productos, reduciendo así las cifras de personas que padecen hambre en el mundo.

Asimismo, se ha llegado a la conclusión de que la comida en descomposición emite gases tóxicos y contaminantes, por lo que al reducir los alimentos que se botan, también se reduce la contaminación del medio ambiente, por lo tanto, la iniciativa de esa empresa es bueno por donde se vea, ya que trae muchos beneficios.

La ciudadanía de pie puede contribuir a esa misión, y aunque no existan campañas, se debe comprar lo justo para cada día y en cantidades necesarias para cubrir la necesidad familiar y que los mismos no entren en descomposición.

Los grandes restaurantes, supermercados y comercios desechan toneladas de alimentos, por lo que sería interesante que también se unan a esta cruzada de no desperdiciar los alimentos en cantidades, por lo que deben calcular de manera más exacta basándose en la información histórica acerca de lo que entró y salió, a y de sus despensas.

Por otra parte, también se puede contribuir desde la posición de comensales, pidiendo o sirviéndose sólo la comida que se va a consumir, o compartir entre dos o más personas un solo plato. También se puede pedir para llevar ya en el camino compartir con alguien que esté padeciendo hambre.

Existen personas que al ver que algunos de sus productos que compraron están por vencerse van a regalarlos a la calle, Y cuándo le sobran platos de comida también los reparten entre los pobres. Esas también son acciones dignas de imitar.