Martes 05 de junio de 2012
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Los gobernantes chilenos -con buenos resultados- movieron a sus mejores hombres por el resto del continente para hablar del diferendo marítimo que sostiene con Bolivia; y, lo que es más, a Bolivia viene un equipo de 22 hombres para evitar que el Mar de Bolivia sea tratado en la 42 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos.
CHILE FRENÉTICA
El ministro de Relaciones Exteriores, Alfredo Moreno dice que "no habrá un pronunciamiento de apoyo a Bolivia en la Cumbre de la OEA por su demanda marítima... y no puedo decir si vamos a tener reuniones bilaterales con Bolivia" (1). No solamente se puede apreciar la arrogancia de un gobernante alejado de todo Estatuto Político, sino que se nota en el tecnócrata que ha olvidado que los pueblos pueden dialogar, conversar y buscar acuerdos basados en mutuas conveniencias.
El trabajo de la diplomacia chilena ha resultado mejor que el manejo de los jugadores del equipo de la selección chilena, quienes se preparan a partir de Calama -territorio boliviano usurpado- para luego ascender a La Paz y sostener un compromiso que tiene con la Selección Boliviana de fútbol. En efecto, los responsables de la política exterior de Chile, influyeron a nivel de los 35 países que conforman la OEA para convencer que el Organismo Continental no tiene competencia, en la reivindicación marítima del Pueblo de Bolivia. Sin embargo, el lobby desplegado no convenció a Estados Unidos de Norteamérica para quién “Chile debe limitarse a leer la resolución de la Asamblea General de la OEA en la que establece que el tema marítimo es de interés hemisférico y aboga una salida al mar con soberanía para Bolivia” (2).