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En tiempos de abundancia - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
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Domingo 17 de septiembre de 2023

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Revista Dominical

Consejos de un papá (III)

En tiempos de abundancia

17 sep 2023

Por: Gerson Porcel Vargas

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Queridos hijos:

En la vida, hay tiempos de abundancia y escasez. Hay tiempos de mucho y de poco. Hay tiempos de buena y mala cosecha; donde los alimentos y el dinero parecerán mucho y luego parecerán poco. Por eso, piensen que el tiempo de abundancia es tiempo de guardar, de ahorrar y de custodiar, porque luego vendrán tiempos de escasez. Los tiempos de abundancia son tiempos de vida y los tiempos de escasez son tiempos de muerte. Escuchen la voz del sentido común: ??guardar para vivir?, porque la premisa de la abundancia dice que guarden uno por tres, porque donde comerá uno, comerán tres.

En tiempos de abundancia sean generosos con los que no tienen, con los que no trabajan, con los que sufren por alguna enfermedad. La abundancia es buena cuando se comparte con los que no tienen, así se sentirán confiados que cuando estén en escasez, les proveerán los que están en abundancia: ??hoy por ti, mañana por mí?.

En tiempos de abundancia donen y regalen al que no tiene; presten y obsequien al que no puede. Den sin mirar a quien, porque no saben las dificultades o problemas que sufrieron dejándolos desposeídos y desamparados.

Queridos hijos, no juzguen de perezoso al que no tiene, no condenen de vagancia al que no puede. Den de comer al hambriento y den de beber al sediento. Provean al necesitado, refugien al exiliado, acojan al forastero; sean hospitalarios con el viajero, socorran al accidentado, consuelen al violentado, sin juzgar, sin condenar. Den con voluntad, ofrezcan con humildad, sirvan con desinterés. Siempre es mejor ayudar sin juzgar. Y comprendan lo principal, que lo que se da no se quita y lo que se presta no se cobra.

Dice el Evangelio del Señor: ??Lo que hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo?, significa que en el corazón del más pequeño está el Señor, en la vida del más angustiado está Jesús; y lo que hagan con el más humilde y desamparado, lo harán con el Señor. Hijos, ayuden a sus hermanos pequeños y serán recompensados, con el amor infinito del Padre.

En tiempos de abundancia comprenderán que el ciclo de la vida funciona con el ??dar y recibir?, con el ??tener y compartir?. La vida es una vida de favores; si ayudan a una persona, esa persona ayudará a tres; si ayudan a tres personas, las tres ayudarán a treinta y tres; si siete personas reciben su ayuda, setenta veces siete serán los beneficiados. La cadena de favores es uno por cien y cien por mil, porque la abundancia tiene ley de reproducción.

Hay otro tipo de abundancia en el ser humano, y es la abundancia de amor, en forma de cariño, en forma de afecto. Si son privilegiados con el don de la felicidad, regalen más felicidad. Si sus corazones desbordan alegría, regalen alegría. Si son privilegiados por el amor, regalen amor. En la abundancia de alimento debe primar la abundancia de amor. Es mejor comer con alegría que comer con desamor. No se olviden que se da con amor y respeto, porque el que no tiene qué comer, no solo necesita alimento, necesitan afecto; y el que no tiene qué vestir, también requiere respeto.

Que la abundancia no les vuelva personas egoístas. Que la prosperidad les convierta en personas altruistas. Recuerden que la abundancia o prosperidad, en la mayoría de los casos, es pasajera. Su buena situación económica, podrá asegurarse si ayudan y no malgastan. Si comparten, pero también guardan. Sean buenos en tiempos buenos, pero también, sean buenos en tiempos malos. Ayuden a ayudar, y ayúdense a ustedes mismos.

Si su abundancia de dinero les hace desear más dinero, ese deseo no es bueno. Pero si su abundancia de amor les hace desear más amor, ese deseo es bueno; porque quien recibe mucho amor, obsequia más amor. Entre la abundancia de dinero y abundancia de amor, la abundancia de amor está primero. Dar y recibir lo material, es dar y recibir lo espiritual. Por eso, detrás de cada gesto de ayuda, está la intención de procurar el bienestar del otro. Un bienestar de cuerpo y alma. Un bien estar completo. Sin deuda de quien recibe y sin cobranza de quien da. Es regreso a la armonía, a la complementariedad, a la plenitud, al equilibrio universal.

Queridos hijos, sean generosos en tiempos de abundancia, y el propio tiempo les devolverá su generosidad. Sean solidarios como el sol, que todo lo envuelve con calor y no recibe sino gratitud, y su favor es infinito. Tengan el corazón abierto para las personas que necesitan amor, y tengan los ojos atentos para las personas que sufren dolor. En tiempos de abundancia, tomen en cuenta esta verdad: ??lo poco que unos dan, es lo mucho otros necesitan?.

Para tus amigos: