Viernes 25 de agosto de 2023

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La película de María Galindo ??Revolución Puta?, arrasó durante sus tres jornadas de proyección en Oruro. El Auditorio de Posgrado de la Facultad de Ciencias Económicas, Financieras y Administrativas (Fcefa), tuvo una masiva presencia de espectadores, activistas y curiosos.
Anoche se presentó la última función en la ciudad y para hoy se tiene la visita en Llallagua. La activista, con el apoyo de Mujeres Creando, luego de la proyección de cuatro historias o microdocumentales en la película, debatió el contenido con los asistentes.
??Revolución Puta es una pieza de arte que va más allá, es un cuestionamiento a la doble moral y a la hipocresía de la sociedad en su conjunto. Es un escenario para debatir en tranquilidad porque no es un proyecto de poder, porque yo no quiero la silla del alcalde, sino dignidad para todas las mujeres bolivianas y comenzar por las más vapuleadas que son las trabajadoras sexuales?, enfatizó Galindo.
En esas líneas, precisamente, la película, refleja la historia de las trabajadoras sexuales, sus vivencias y luchas con una sociedad que las critica, pero también, ??las consume?.
??Me encanta Oruro, estoy muy agradecida, hemos volteado taquilla todas las noches aún en nuestro último debate. Me alegra que las mujeres se hayan empoderado de varios espacios?, complementó.
Los asistentes a la proyección vertieron varios criterios en relación a la proyección y la visión que Galindo, autocalificada como una activista anarco-feminista, reflejó en el audiovisual.
??Creo que muchas veces señalamos a estas mujeres, pero lo que no nos damos cuenta es que nosotros las consumimos, hemos sexualizado tanto la sociedad que la bestialidad de los hombres es apaciguada por ellas, que sólo hacen un trabajo?, destacó una de las asistentes.
Algunas personas también indicaron que asistieron por curiosidad, ya que María Galindo se ganó fama por su carácter y quisieron conocerla según refirieron a LA PATRIA.
El debate concluyó con la reflexión de no juzgar a esas mujeres dedicadas a complacer los más bajos instintos del ser humano, a través de un servicio carnal.
Fuente: LA PATRIA