En medio de la tragedia un rayo de luz

Cuando se escuchan o se leen noticias de accidentes, quienes no han sufrido nunca una tragedia ven sólo números, tantos heridos, tantos fallecidos, pero las historias que se esconden detrás de esas tragedias son capaces de arrancar lágrimas de dolor o de esperanza.

Hace unos días un bus de la empresa La veloz del Chaco se embarrancó en la localidad de Locotal, en el camino que une a Cochabamba con Santa Cruz, como era de suponer, la noticia del hecho sólo reflejaba el número de heridos y fallecidos, y el hecho resaltante es que habían niños afectados, pero no se tenía la nómina de las víctimas.

Pero una historia conmovedora le dio el toque humano al hecho, y nos recordó que en esos hechos hay personas con historias muy particulares, qué no se trata sólo de números, sino de gente que siente y vive la tragedia de perder un ser querido o de convertirse en un ser con capacidades físicas especiales.

La perrita inicialmente se quedó al lado de su dueña, la adolescente de 17 años, quien yacía muerta debajo del techo del ómnibus, la madre de la muchacha tomó a la cachorra en sus brazos y fue en busca de ayuda. �??Su patita y su orejita están lastimadas, pero está bien, ahora está con un familiar, era el perrito de mi hijita, desde que era bebé le crió y ahora murió mi hija�?�, relató la señora, quien fue internada en un hospital por la gravedad de sus heridas.

La conmovedora historia recuerda la lealtad de estos seres vivos, quienes dan lecciones a muchos humanos que olvidan que lo más importante es la lealtad, la honradez y la verdad, además que hacen reflexionar sobre la forma en que la vida de una persona o de un animal puede cambiar de manera tan repentina en cuestión de segundos.

Detrás de esos aparatosos accidentes quedan humanos con traumas y lesiones que marcan su vida para siempre, por lo que debe llevarnos a reflexionar sobre la manera como conducen algunos choferes, con imprudencia y a alta velocidad, sin pensar en las consecuencias, que como en este caso puede tratarse de una tragedia que dejó luto y dolor en muchas familias.

Para evitar dolorosas tragedias los conductores de vehículos pequeños o grandes deben entender que están transportando personas, que tienen historias, que tienen familias y hasta mascotas, que notarán la ausencia de quien ya no llegará a su destino.

Es necesario que se observen las normas de tránsito y se cumplan, ya que en las ciudades los conductores no respetan las señales, tampoco lo hacen en las carreteras y provocan incidentes como el que tuvo que vivir la señora, ahora dueña de Katia, la perrita.